BERLÍN. En un comunicado, la Fiscalía y la Policía de Colonia informaron hoy de que no se hallaron explosivos en el avión y señalaron que los tres hombres, que fueron detenidos tras el aterrizaje, siguen en comisaría prestando declaración mientras continúa el análisis de sus pertenencias.

Ayer tarde, tras inspeccionar una mochila que había subido al avión uno de los sospechosos, los artificieros decidieron detonarla de forma controlada fuera de la aeronave tras detectar cables en su interior.

Según el relato de las autoridades, los pasajeros alertaron a la tripulación de la conversación sospechosa entre los tres hombres, de 31, 38 y 48 años, y testigos oculares señalaron que llevaban un libro con una imagen de un rifle.

El capitán decidió alterar la ruta y aterrizar en el aeropuerto alemán, donde se estableció un área de seguridad.

Los tres sospechosos, de nacionalidad británica, según el diario "Bild", fueron detenidos por agentes de la policía federal y trasladados a comisaría para ser interrogados en el marco de una investigación por "sospecha de preparar un delito grave contra la seguridad del Estado".

La policía, que indicó que no hay datos en Alemania que relacionen a los detenidos con delitos con trasfondo político o religioso, inspeccionó el avión con perros adiestrados en detección de explosivos y a las 02.00 GMT consideró que estaba limpio.

Los alrededor de 150 pasajeros que iban en el vuelo fueron controlados y 17 de ellos, junto a la tripulación, fueron conducidos a comisaría para prestar declaración como testigos.

Según explicó la policía, en el desalojo del aparato por medio de rampas de emergencia varios pasajeros resultaron levemente heridos y una mujer fue trasladada a un centro hospitalario, donde fue atendida ambulatoriamente.

La emergencia obligó a desviar la ruta de varios aviones que tenían previsto aterrizar en el aeropuerto de Colonia-Bonn.