BOGOTÁ. El lehendakari, Iñigo Urkullu, se ha reunido este miércoles con el rector de la Universidad Javeriana de Bogotá, Jorge Humberto Peláez, en el campus de este centro universitario en la capital colombiana.

Tras la reunión ha mantenido un coloquio al que han asistido, entre otros, decanos de las diferentes facultades de esta Universidad al que también han acudido la secretaria general de Acción Exterior del Gobierno vasco, Marian Elorza, la directora de relaciones exteriores del Ejecutivo, Leyre Madariaga, el delegado del Gobierno vasco en Colombia, Rafael Kutz, y el consejero cultural de la Embajada de España en Colombia, Nuño García.

Durante el encuentro, a preguntas de los periodistas sobre el desarrollo del proceso de Paz en Colombia y la división que se da en el seno de la sociedad colombiana con respecto a éste, el lehendakari ha señalado que percibe "un propósito positivo", así como "la esperanza de sortear obstáculos y las dificultades".

Asimismo, ha señalado que ha constatado una "determinación de continuar adelante, con la esperanza de que, en lo trabajado hasta ahora y en lo que se trabaje a futuro todavía más, haga de ésta una situación irreversiblle para la guerrilla y también para el Gobierno". En este sentido, ha opinado que la ampliación en 20 días del plazo para el desarme de las FARC supone también "un motivo que genera cierta esperanza" en torno al desarrollo de este proceso.

Por otro lado, ha reflexionado sobre "la necesidad de identificar bien cual es la necesidad de la reconstrucción social, la reconstrucción política y la reconstrucción institucional en términos de reconstrucción", algo que "provoca también una presión en cuanto a la necesidad de socializar el proceso de Paz". Al respecto ha indicado que "en la lectura de la gestión del mismo hasta el presente hay una nueva tarea de acometer, la socialización del proceso de paz en todos sus términos".

Por su parte, el rector también ha mostrado su optimismo con respecto al proceso de Paz y ha expuesto la "muy clara" apuesta de la Universidad Javeriana por los procesos de reconciliación, "desde el conocimiento, la investigación de los problemas y las causas de la violencia, acompañamiento de colectivos y programas conducentes a construir una nueva institucionalidad".

"TENSIONES"

En cuanto a las "tensiones" que se dan en torno al proceso de Paz en la sociedad colombiana ha explicado que esta Universidad no quiere "alinearse" con las diferentes posiciones, sino "ser casa común" en la que los diversos actores con planteamientos políticos diferentes respecto a la construcción de la paz puedan dialogar "de una manera responsable". "Queremos contribuir todo lo que podamos para superar la polarización tan fuerte que está viviendo el país, y que irá creciendo a medida en que se acerquen fechas electorales, sentándonos a conversar", ha incidido.

En su intervención el lehendakari ha reiterado el apoyo de su Ejecutivo al proceso de Paz de Colombia y ha afirmado que "la Paz es un activo para el País", porque "crea esperanza y optimismo en el futuro, favorece el progreso personal y colectivo". Tras apuntar que la "inclusión" es el "reto fundamental" de los procesos de Paz, Urkullu ha señalado que, aunque la experiencia de Euskadi al respecto, "no es completa y está inacabada", ha permitido "conocer los problemas de primera mano".

En este contexto, ha trasladado la disposición del Gobierno vasco para "compartir ámbitos de cooperación entre Euskadi y Colombia", teniendo como base dos premisas, la primera, "evitar análisis de equiparación entre los casos vasco y colombiano", ya que "son realidades muy diferentes"; y, la segunda, "colaborar e intercambiar para ofrecer y, también, para aprender".

Al respecto ha abogado porque Euskadi y Colombia intercambien experiencias en el ámbito de la Educación, por ejemplo, facilitando un intercambio de experiencias y estrategias sobre modos de trabajar la Paz y los Derechos Humanos en las aulas o colaborando en el campo de las políticas públicas de Memoria. "Planteamos intercambiar experiencias y proyectos entre las Instituciones memoriales de Colombia y el Instituto Gogora, esto es, el Instituto vasco de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos", ha añadido.

Urkullu ha destacado que "la memoria y el trabajo compartido con las víctimas son tareas fundamentales" en un proceso de Paz, a lo que ha añadido que "la materia más sensible y compleja de gestionar es el pasado", puesto que en él "se encuentra el diagnóstico de la culpa y la responsabilidad de lo sucedido", lo cual causa "enconamiento".

"EL VALOR DE LA AUTOCRITICA"

Es por ello que ha afirmado que en Euskadi se está "promoviendo el valor de la autocrítica como una actitud eminentemente política a la hora de enfrentar la sanación de aquello que resulta más irreparable" y ha considerado "un referente" la lectura autocrítica que hace Colombia de su proceso de Paz. "La autocrítica representa un modo restaurativo de contribuir al reconocimiento", ha señalado, para, a continuación, subrayar que, además, "contribuye a los derechos de verdad, justicia y reparación de las víctimas" y se configura "como un medio de escribir una memoria crítica del pasado".

Por otro lado, ha subrayado que "los procesos violentos que se perpetúan tanto en el tiempo, como el colombiano o el vasco, producen en la sociedad un efecto disolvente". Urkullu se ha mostrado contrario a la "desmotivación, el escepticismo y el descreimiento en las posibilidades del cambio" y ha trasladado un mensaje "motivador" y una visión "en positivo". "Se necesita perseverancia, generosidad y creatividad para convertir lo que ha sido un grave problema en una oportunidad de futuro", ha sostenido, para, a continuación, abogar por "el diálogo, el acercamiento, la constancia y el compromiso sincero con los principios éticos". También ha apostaado por la "paciencia, capacidad de aguante en las dificultades y perseverancia en la búsqueda de soluciones acordadas", como fórmula para crear las condiciones que permitan "recuperar la motivación e implicación social y para compartir la esperanza de un futuro mejor".

Urkullu ha subrayado que "sin un contexto de paz, convivencia y respeto a los derechos humanos; el desarrollo, no termina de ser humano, ni sostenible, ni siquiera alcanza a ser desarrollo" y ha incidido en que "convivir en paz es condición necesaria para que la sociedad despliegue sus capacidades y potencialidades de desarrollo personal y colectivo".

"Queda mucho por hacer, pero este es el momento de asumir compromisos en pos de una oportunidad que constituye el gran reto de nuestra generación y el legado que debemos dejar a nuestras hijos", ha apuntado. También ha defenddo que la Paz es "un compromiso con la historia, con el futuro y con los valores universales" y su consecución supone "una contribución decisiva para construir un planeta, un mundo y una humanidad mejor".

"Una noticia que anuncia la Paz en Colombia o en Euskadi, produce un efecto mariposa para la vida. Es una buena noticia, una noticia buena, que se convierte en referente de esperanza, en lo mejor de la condición humana", ha finalizado.