WASHINGTON. El informe, al que ha tenido acceso Reuters, estima el precio del muro muy por encima de los 12.000 millones de dólares que Trump aseguró que costaría durante su campaña. Los líderes republicanos de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y de la mayoría del Senado, Mitch McConnel, cifraron el valor en hasta unos 15.000 millones de dólares.

El plan muestra que el muro se puede construir en tres fases y cubriendo un total de 2.000 kilómetros de la frontera para finales de 2020. En los próximos días, el secretario del Departamento de Seguridad Nacional, John Kelly, recibirá el informe, aunque el Gobierno no tiene que obedecer las acciones que recomienda.

La cifra estimada asume que el Departamento obtendrá la financiación del Congreso en abril o mayo, lo que daría tiempo suficiente para conseguir contratistas y comenzar la construcción en septiembre de 2017. Trump ha señalado que el Congreso debería financiar el muro en un principio, pero que México deberá reembolsar a los contribuyentes estadounidenses después, algo a lo que el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, se muestra reacio.

El informe muestra que el Gobierno de Trump ya ha comenzado a solicitar exenciones de leyes ambientales para construir el muro en algunas zonas. También ha empezado a trabajar con contratistas y ha planificado la compra de acero para el proyecto.

Además, el informe también tiene en cuenta el coste y el tiempo de la expropiación de terrenos privados, una de las razones que explica el fuerte aumento del valor del muro en comparación con las estimaciones de Trump y de los miembros del Congreso.

La primera etapa costaría 360 millones de dólares y sería la más pequeña, que cubriría 42 kilómetros de distancia cerca de San Diego (California) y El Paso (Texas). La segunda fase de construcción abarcaría 242 kilómetros y la tercera 1.728, por lo que sellaría esencialmente toda la frontera entre Estados Unidos y México.

El Gobierno de Estados Unidos también debe tener en cuenta los acuerdos de la Comisión Internacional de Límites de Aguas, un pacto entre ambos países sobre las aguas que comparten en el Río Grande. El informe calcula que sólo ese acuerdo puede elevar el coste de 11 millones a 15 millones de dólares por cada 1,6 kilómetros.