Madrid - El permiso de parternidad será de un mes a partir del 1 de enero. El portavoz del Gobierno español, Íñigo Méndez de Vigo, confirmó ayer el fin a la moratoria de tres años a la ampliación gracias a que Ciudadanos incluyó la medida entre las cláusulas del acuerdo que suscribió con el Partido Popular para apoyar la investidura de Mariano Rajoy. La ampliación de dos a cuatro semanas del permiso paterno por nacimiento o adopción está previsto en la Ley de Igualdad de 2007 que daba como margen hasta el 1 de enero de 2013 para ponerla medida en funcionamiento con la intención de que fuese la primera piedra de cara a una progresiva equiparación de estas licencias, ya que las madres tienen 16 semanas y los padres, de momento, sólo dos. Pero lo que a priori se plantea como un gran paso en la conciliación familiar tiene trampa.
El planteamiento de la ampliación no convence a la principal agrupación de especialistas en la materia, la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles por Nacimiento y Adopción (PPIINA), de la que dijo “es insuficiente” y está “mal diseñada”. Para la PPIINA, esta medida es por principio una “inaceptable desigualdad de derechos” porque “a lo sumo los padres podrían disponer de 4 semanas para cuidar a sus bebés, la cuarta parte de las 16 que dura el permiso de maternidad” cuando ambas licencias deberían ser exactamente iguales e intransferibles.
En su opinión, si la Ley de Igualdad se aplica tal y como fue redactada, tendrá “un efecto negativo” porque “obliga a que las cuatro semanas sean ininterrumpidas”, de modo que los padres no podrán utilizar la dos semanas que se van a añadir a sus actuales 15 días de permiso más adelante, cuando la madre acabe su baja y se incorpore a trabajar. “Así, no se permitiría a las parejas turnarse para extender el tiempo del cuidado; no se concedería a los padres la opción de quedarse a cargo del bebé; y no se aliviaría la presión sobre las madres para que prolonguen su permiso de maternidad con excedencias o reducciones de jornada que les penalizarán en el empleo”, explicó la plataforma.
Además, para la PPIINA esto es un error ya que como demuestra la experiencia del Estado español y de otros países europeos, al final es la madre, por una cuestión de costumbres, quien se acaba cogiendo todas las semanas de permiso (se transfieren menos del 2%), por lo que queda penalizada en el mercado laboral, al tiempo que el padre queda penalizado en el desarrollo del vínculo con su hijo y en el disfrute del mismo. Ambos progenitores pierden además, en corresponsabilidad.
El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, promotor de la Ley de Igualdad, se comprometió a poner en marcha la medida antes de que venciera el plazo, sin embargo, cuando llegó el momento de hacerlo, en 2009, alegó que costaría al erario público 200 millones de euros que en aquel momento, no estaban disponibles, así que lo pospuso. Cuando en 2011 el Partido Popular ganó las elecciones, hizo lo mismo hasta este año, argumentando los mismos motivos.