BILBAO - La guerra interna en el PSOE tiene un nuevo frente: la pugna por la fecha del congreso en el que se debe renovar sus órganos y elegir un nuevo secretario general. Apenas unas horas después de certificar su abstención a Rajoy, ayer mismo comenzaron los llamamientos de las federaciones que todavía se mantienen leales al ex secretario general Pedro Sánchez para que la Gestora que actualmente pilota la formación acelere la celebración del cónclave. Los socialistas vascos fueron de los primeros en sumarse a esa petición. El PSE reclamó que se vote “sin demora” una nueva dirección que sea capaz de llevar adelante el programa y que lo convierta “en una alternativa a las políticas del PP”.
La formación liderada por Idoia Mendia recordó que una de las últimas resoluciones del Comité Federal preveía que se celebre el congreso una vez resuelta la investidura. Por ello, creen que, una vez que Mariano Rajoy ha sido proclamado, el paso más lógico es convocar la asamblea “cuanto antes”. Esta fue la misma reclamación efectuada por Sánchez cuando se despidió de su acta de diputado el pasado sábado. La Ejecutiva del PSE explicó que la labor de la Gestora debería ser “provisional”, tan solo para “resolver una interinidad que se da con la dimisión” del antiguo líder del partido.
A pesar de la petición cursada desde el PSE, no será fácil que las federaciones críticas con los actuales gestores del PSOE logren su ansiado adelanto del calendario interno, ya que la dirección provisional capitaneada por Javier Fernández ha declarado por activa y por pasiva que no tiene ninguna intención de convocar en una fecha próxima el congreso para renovar los máximos órganos internos. De hecho, desde Ferraz obvian el órdago del ex secretario general y barajan retrasar la celebración del cónclave a la primavera de 2017. Así lo expresó ayer Miguel Ángel Heredia, diputado próximo a la Gestora, que aseguró que no hay prisa por actualizar la cúpula del partido. “Se celebrará sin urgencia, con un debate profundo y sereno”, indicó.
Sánchez es consciente de que el reloj corre en su contra y ya ha pedido a la dirección que anuncie la “fecha, hora y lugar” del Congreso. Considera que, una vez formado el Gobierno español, ya no hay excusa para que se dilaten los plazos de una asamblea que consideró necesaria para remozar el PSOE en profundidad. Tras renunciar a su escaño, el antiguo secretario general quiere aprovechar el momentum político que le otorga el haberse mantenido firme hasta el final en su rechazo a Rajoy. Su principal apoyo serán las bases del partido, que le han otorgado en todo momento su respaldo. También contaría con el sustento de algunas federaciones díscolas a la Gestora, que aunque han mostrado públicamente su tristeza por su adiós al Congreso, tampoco parece que vayan a mover ficha próximamente.
Aún así, varias voces del sector crítico respaldaron ayer la estrategia del dimitido líder y pidieron que no se demore más la celebración del congreso. El líder del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, pidió a la Gestora que lo convoque “de forma inmediata”, ya que cree necesario “reconstruir, recuperar y fortalecer” el partido. “Ayer -por anteayer, con la abstención en el Congreso- fue un día muy triste para cualquier socialista”, expresó un Tudanca que espera que al menos la abstención sirva al menos para cambiar las políticas de los últimos años. En la misma línea se expresó el expresidente de Baleares, Francesc Antich. “Si queremos reconstruir, mi opinión es que ahora toca olvidarse de sanciones y proceder de forma inmediata a convocar congreso y primarias”, publicó en su perfil de Twitter. Incluso algunos diputados que el sábado se abstuvieron en la investidura apoyaron ayer la petición de Sánchez. La asturiana Adriana Lastra, por ejemplo, consideró que “la única función del órgano provisional es convocar primarias y congreso”. Lastra reclamó “que lo haga ya”.
El PSC, una de las federaciones más críticas con el giro político de la dirección provisional, no se ha pronunciado todavía sobre la fecha del cónclave, aunque se espera que apoye la tesis del dimitido secretario general. Por ahora, los socialistas catalanes se han limitado a negar que vayan a romper la relación con Ferraz tras desobedecer la disciplina de voto en la investidura de Rajoy. Así, su presidente Àngel Ros defendió ayer que el PSOE está en una situación la que no le conviene enfrentarse al PSC. “No creo que se puedan permitir prescindir de nosotros, ni nosotros de ellos”. En este escenario, Ros ve perjudicial que se produjera “una revisión”.
El cónclave pendiente de celebrar sería el 39 congreso ordinario del PSOE y sucedería al celebrado en febrero de 2012 que culminó con la elección de Alfredo Pérez Rubalcaba como secretario general. Técnicamente, se convocó a finales del pasado mes de enero pero en abril, con el consenso de todas las federaciones, el Comité Federal lo aplazó hasta que se desbloqueara la legislatura. Pero los críticos con la Gestora alegan que esta debería convocar un encuentro de carácter extraordinario, dada la complejidad de la situación interna. De cualquier manera, el congreso iría precedido de primarias. La diferencia es que el extraordinario se convoca con menos margen de antelación -como mínimo 40 días, en vez de 60- y solo elige al secretario general y a la dirección, sin aprobar ninguna ponencia ni las bases del programa del partido para los siguientes años.
GIRO A LA IZQUIERDA Mientras tanto, Sánchez ha dado claras señales de que llevará hasta el final su desafío a la Gestora del PSOE y ya ha comenzado a dar los primeros pasos para perfilar su candidatura a la secretaría general cuando se convoque el congreso. Ayer intervino en el programa televisivo Salvados, donde mostró un perfil más a la izquierda y lamentó no haber sido capaz de llegar a acuerdos con Pablo Iglesias, con el que desearía tener más entendimiento y colaboración. “He cometido errores. En el primer Comité Federal taché a Podemos de populistas. No sabía exactamente qué era Podemos, no supe la cantidad de gente que quiere renovar la política detrás de Iglesias”, admitió el antiguo secretario general del PSOE.
Además, criticó abiertamente a la presidenta andaluza, Susana Díaz, y la retó a que presente una candidatura a liderar el partido. “Si Susana Díaz quiere gobernar el partido tiene que dar un paso al frente y presentarse al congreso”. Sánchez también cargó contra la postura del PSOE de Andalucía, que fue la federación que impulsó la rebelión que lo desalojó de la secretaría general. “El socialismo andaluz tiene que reflexionar sobre su papel en el partido a nivel nacional, como factor de estabilidad”, pidió. Sánchez dio otro paso para lanzar su candidatura al poner ayer en marcha en su web una campaña de inscripciones en la que pide a los ciudadanos que le acompañen en su tarea. “Trabajemos juntos desde ya para recuperar y reconstruir el PSOE; yo no fallaré a la cita y sé que tú tampoco”, anuncia en la citada página.