BRASILIA. Un fiscal brasileño que investiga inversiones hechas por fondos de pensión estatales ha afirmado que la empresa inmobiliaria del candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, parece haberse beneficiado "sospechosamente" de obras de desarrollo del puerto de Río de Janeiro antes de los Juegos Olímpicos.
El proyecto, conocido como Porto Maravilha, costó 8.000 millones de reales (unos 2.317 millones de euros) y convirtió instalaciones portuarias deterioradas en una plaza, museos, inmuebles corporativos y residenciales. Como parte de las obras, la marca Trump debía levantar cinco edificios de 38 pisos.
En un documento presentado ante el tribunal que ha sido hecho público este jueves, el fiscal Alselmo Lopes desvela que está investigando el acuerdo de Porto Maravilha, en el que el fondo FGTS, administrado por el banco estatal Caixa Economica Federal, pagó por anticipado por los derechos de construcción, que posteriormente vendió.
La estructura del trato por Porto Maravilha "favoreció, de manera sospechosa, al grupo económico Trump Organization", entre otros, sostiene Lopes. El fiscal no da más detalles y por el momento no se ha pronunciado sobre estas informaciones.
Sin embargo, ninguna de las cinco personas contra las que Lopes busca presentar cargos por el desvío de la citada cantidad de dinero tienen relación con el conglomerado de Trump.
Trump Organization, que vendió los derechos de nombre para las torres de Río de Janeiro pero que no financió el proyecto, no ha respondido por el momento a las solicitudes de reacción.
Pese a ello, un ejecutivo de alto rango involucrado en las Trump Towers Rio ha rechazado las acusaciones del fiscal y ha manifestado que no tienen fundamento.
"Cualquier denuncia de que el Fondo de Inversión Porto Maravilha de Caixa Economica Federal ha favorecido de manera sospechosa al grupo económico Trump Organization es totalmente infundada", ha remachado, bajo condición de anonimato.