MÁLAGA. En la operación policial se han liberado a cuatro mujeres, una de ellas explotada sexualmente desde que era menor, y, según las pesquisas, la organización supuestamente controlaba cuatro clubes de alterne y además blanqueaba los beneficios obtenidos de la explotación sexual de las víctimas a través de terceras sociedades.
En total han sido bloqueadas posiciones bancarias e inmovilizadas propiedades por valor de casi cuatro millones de euros.
Las pesquisas se iniciaron a raíz de la denuncia de una de las víctimas realizada a través del teléfono gratuito contra la trata 900 10 50 90, línea de carácter confidencial puesta en marcha en el marco del Plan Policial contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual.
En dicha llamada, la víctima manifestó que era obligada a ejercer la prostitución en varios clubes de alterne, así como a consumir sustancias estupefacientes.
Tras la investigación abierta se detectó que la organización estaba perfectamente estructurada y con un claro reparto de las tareas y los miembros de la trama adoptaban incluso medidas de seguridad con el fin de evitar ser detectados por la Policía.
La trama estaba dirigida presuntamente por una mujer que controlaba y dirigía cuatro clubes de alterne en los que obligaba a las víctimas a alojarse y donde debían ejercer la prostitución en jornadas "maratonianas".
Además, según la Policía, promovían el consumo de sustancias estupefacientes no solo entre las víctimas, sino entre los clientes, "todo ello bajo el férreo y permanente control de los encargados de los clubes".
La organización enmascaraba la verdadera actividad de los clubes investigados dándoles la falsa apariencia de establecimientos hoteleros, en los que obligaban a las víctimas a firmar contratos de hospedaje, tanto por las habitaciones en las que realmente estaban alojadas, como en otras.
También aleccionaban a las chicas sobre lo que debían decir en caso de ser preguntadas por la Inspección de Trabajo o la Policía.
Las mujeres estaban obligadas a entregar a la organización la mitad del dinero que obtuvieran por cada servicio sexual que realizaran y, además, debían abonar la habitación que ocupaban, cobrándoles por ello precios muy superiores a los del mercado, lo que las obligaba a realizar numerosos servicios cada día durante toda la semana para poder costearse los gastos.
Las investigaciones permitieron averiguar que los beneficios obtenidos de la explotación de las víctimas en los clubes revertían en terceras sociedades ajenas a los mismos, blanqueando así las ganancias procedentes de la actividad delictiva.
En total, 21 personas han sido arrestadas durante la operación, entre ellas los máximos responsables de la organización y liberadas cuatro de sus víctimas.
Asimismo se han practicado siete registros, cuatro de ellos en clubes y otros tres en domicilios de distintas localidades de la provincia de Málaga, durante los cuales se ha intervenido importante documentación contable y anotaciones sobre los servicios de las víctimas, dispositivos electrónicos, un arma de fuego corta y diferentes cantidades de distintas sustancias estupefacientes (cocaína, marihuana y hachís), así como 6.461 euros en efectivo.