Ginebra - Un joven prendió ayer fuego dentro de un tren que circulaba en el cantón suizo de San Gallen y causó siete heridos, a algunos de los cuales atacó con un cuchillo, confirmó la policía cantonal.

Cuando ocurrió el incendio, varias decenas de pasajeros se encontraban dentro del tren. Al menos siete personas resultaron heridas por quemaduras y arma blanca en un ataque efectuado este sábado por un individuo armado con un cuchillo y líquido inflamable a bordo de un tren de pasajeros en el cantón suizo de San Gallen (noroeste del país), según informó un portavoz de la Policía local, Bruno Metzger, al diario Tagblatt.

“Según la información actual, un hombre suizo de 27 años arrojó líquido inflamable. También estaba armado con al menos un cuchillo. El líquido se encendió”, añadió después el Departamento de Policía en un comunicado.

Los heridos son un hombre de 50 años, un joven de 17, tres mujeres de 17, 34 y 43 años, y un niño de seis. El agresor también fue hospitalizado. El incidente sucedió en torno a las 14.20 horas. Las autoridades policiales explicaron que el atacante, que también resultó herido, roció primero a una mujer con un líquido inflamable, que al parecer prendió inmediatamente, lo que causó heridas a otros pasajeros.

El tren se detuvo en la estación de Salez-Sennwald, donde se desplazaron tres helicópteros de rescate, tres ambulancias y expertos de las compañía de ferrocarriles.

La Policía suiza sospecha que el ataque perpetrado ayer tarde en el tren en el cantón de San Gallen podría tratarse de un crimen pasional y que, en cualquier caso, la posibilidad de que se trate de un acto terrorista es “muy, muy distante”, según expresó un portavoz al diario alemán Die Welt.

El hombre utilizó un líquido inflamable para prender fuego de tren y por este medio se propagó rápidamente, poco antes de que llegase a la estación de la localidad suiza de Saez.

no al burkini La creciente aparición en Francia de simpatizantes yihadistas jóvenes o menores de edad se presenta como una bomba de relojería contra la que el país, marcado por la oleada de atentados de los últimos meses, otorga a la escuela y a la familia un papel fundamental.

El asesinato de un cura francés en Normandía el 26 de julio por parte de dos jóvenes de 19 años y la detención este pasado lunes cerca de París de una adolescente de 16, que decía estar lista para cometer un ataque, han llevado al Estado a poner especialmente la educación en su punto de mira. Un sondeo de la Universidad de Ciencias Políticas de la Sorbona refleja que un 20% del total de los musulmanes franceses aprueban las ideologías salafistas, de los cuales más de la mitad son jóvenes.

En este contexto, la localidad francesa de Villeneuve-Loubet, en la Costa Azul, se ha sumado a la de Cannes en la decisión de vetar el burkini en sus playas alegando que ese bañador que cubre completamente el cuerpo de la mujer no se ajusta a las normas de seguridad e higiene. El decreto municipal, difundido ayer por los medios franceses, data del pasado 5 de agosto y establece que hasta el próximo día 31 el acceso al baño está prohibido a toda persona que no disponga de un traje de baño “correcto, que respete las buenas costumbres y el principio de laicidad”.

El alcalde, el conservador Lionnel Luca, destaca en unas declaraciones recogidas por el diario L’Express que pretende evitar “todo disturbio del orden público en una región marcada por los atentados”.

Los atentados en nombre de Isis y los particulares, como el de Orlando en junio o aparentemente este de Suiza de ayer, se van entremezclando los últimos meses, causando una confusión creciente en la población mundial, que incluso está cambiando sus hábitos vacacionales y viajando a destinos en los que no se ha registrado ningún atentado en los dos últimos años.

En este caldo de cultivo, el gobernador de Ammán, Jaled Abu Zaid, ordenó ayer la detención del escritor jordano Nahed Hattar por haber publicado una caricatura considerada como “blasfema contra Alá”, informaron a Efe fuentes gubernamentales. Este tipo de caricaturas originó, por ejemplo, los atentados a la revista Charlie Hebdo, de París.

Los controles policiales y fronterizos van en aumento en los países de la Unión Europea. - Efe / DNA