madrid - En la recta final hacia las elecciones generales del próximo domingo, el PP y Unidos Podemos llegan con muchas expectativas de mejorar sus resultados respecto a los anteriores comicios del 20 de diciembre, y el PSOE justo lo contrario; aparece desfondado y con posibilidades de lograr un resultado aún más negativo que el de entonces, cuando ya obtuvo la peor cosecha de votos de su historia. Así se desprende de la media de todas las encuestas llevadas a cabo desde la última cita con las urnas, que marca además una pequeña tendencia al alza para Ciudadanos.

Según los en torno a 40 sondeos electorales realizados en estos seis meses -para instituciones, medios de comunicación, etc.-, el partido de Mariano Rajoy podría crecer entre 1 y 2 puntos, pasando del 28,7% que obtuvo el 20-D al 30%. Ello se traduciría, no obstante, en una pequeña merma de escaños, de 123 a 120, aunque en ambos casos se situaría como primera fuerza. La suma de Podemos e IU en la coalición Unidos Podemos resultaría altamente beneficiosa para ambos, y experimentaría el crecimiento más acusado: de un 24,4% a un 25% de apoyos, lo que supondría pasar de 71 diputados a un mínimo de 85. De los mismos, entre 6 y 8 escaños corresponderían a Catalunya, Galicia, la CAV y Valencia, y otros tantos a las provincias en las que, gracias a la Ley D’Hondt, la suma con IU le proporcionaría el último diputado en liza.

Un panorama muy diferente se encontraría el partido que lidera Pedro Sánchez, el más perjudicado al descender entre 1 y 1,5 puntos -del 22% al 20-21%-. Así, si en los comicios de diciembre el PSOE alcanzó su suelo histórico con 90 representantes, la media de los sondeos realizados desde entonces le sitúan con 80-83 asientos. Por último, Ciudadanos se quedará prácticamente igual y podría ganar un punto -del 13,9% al 14,5%-. Eso sí, raramente superará los 40 escaños obtenidos en diciembre -que ya entonces supusieron un botín escaso a tenor de lo que auguraban las encuestas- y, en todo caso, perderá alguno.

Las conclusiones principales son las que flotan en el ambiente desde hace semanas: el PP volvería a ser la primera fuerza, quizás algo mermado en cuanto al número de representantes; Unidos Podemos culminaría el sorpasso al PSOE, situándose como segunda fuerza; y, como consecuencia añadida y, al contrario que el 20-D, la suma de los socialistas con Ciudadanos podría ser menor que la obtenida por el PP en solitario. De las encuestas difundidas en este semestre también se desprende una participación algo inferior que en diciembre, a lo que sin duda influirá el cansancio de la ciudadanía ante la incapacidad de los cuatro principales partidos de acordar un gobierno y la repetición de las elecciones generales en tan corto espacio de tiempo. Se trata de un handicap más a superar por los partidos políticos, aunque, como se ha visto, el escenario de voto del 26-J será muy similar al obtenido entonces.

Situación en Euskadi En lo que a la CAV se refiere, existe una gran coincidencia entre todas las encuestas realizadas, y así Unidos Podemos sería la primera fuerza en estas generales con siete escaños, dos más que el 20-D, donde ganó en votos pero el PNV le superó en número de representantes. Precisamente, la formación jeltzale amarraría cinco diputados -uno menos que en diciembre-, EH Bildu y PP se mantendrían igual con dos diputados cada uno, y el PSE perdería uno y se quedaría con otros dos.

De todas las encuestas realizadas, tan solo una marca una tendencia diferente y apunta la posibilidad de que en Bizkaia el PP pierda un escaño y lo obtenga el PNV, en cuyo caso el partido de Andoni Ortuzar mantendría sus seis representantes y los populares liderados por el ministro de Sanidad en funciones Alfonso Alonso quedarían reducidos a su mínima expresión con sólo un miembro en el Congreso.

Resultados en el Estado. Según la media de las encuestas realizadas desde el 20-D, el PP volvería a ser la primera fuerza pasando del 28,7% de votos al 30%, aunque perdería tres escaños, quedándose con 120. La suma de Podemos e IU superaría al PSOE y se situarían segundos con el 25% de apoyos, un punto más, y un mínimo de 85 escaños respecto de los 71 que amarró hace seis meses. El partido de Pedro Sánchez perdería entre 1 y 1,5 puntos -pasaría del 22% al 20-21%- con una sangría importante de escaños, de 90 a entre 80 y 83, marcando un nuevo mínimo histórico. Por último, Ciudadanos podría ganar un punto, pasando del 13,9% al 14,5%, aunque tendrá muy difícil superar sus 40 representantes.

Resultados en la CAV. Unidos Podemos sería la primera fuerza en el País Vasco con siete escaños, dos más que en 2015; le seguiría el PNV con cinco, uno menos que el 20-D, y el resto de formaciones -EH Bildu, PSE y PP- obtendrían dos representantes cada uno -los socialistas perderían uno, mientras que los populares y la coalición abertzale se quedarían igual-.