BILBAO. Tras una pancarta en la que se leía en euskera "Refugiados bienvenidos" los asistentes han recorrido la Gran Vía bilbaina bajo una intensa lluvia y un viento desapacible.

El objetivo de estos actos es denunciar que Europa "fortifica y militariza" sus fronteras para impedir que personas que huyen de conflictos y de la miseria puedan entrar en sus países miembros, según se indica en la declaración elaborada para esta protesta.

Se critica también que dichos países, precisamente, son los que "fomentan" las guerras de las que huyen los refugiados y les condenan a jugarse la vida en rutas marítimas y terrestres cada vez vez más peligrosas dominadas por redes de tráfico y tratas de personas.

El año pasado murieron más de 3.700 personas en el Mar Mediterráneo y enero de 2016 se han contabilizado más de 250, lo que supone ocho al día.

Por ello, los manifestantes reclaman a los gobiernos que abran "vías legales y seguras" para los refugiados y protejan sus derechos, tal y como les obligan los tratados internacionales de los derechos humanos.