LONDRES. En un comunicado emitido en su sede en Londres, AI señala que "un número creciente de refugiados y solicitantes de asilo están atrapados en condiciones desesperantes después de que Macedonia y Serbia cerraran sus fronteras a los afganos".
Según esa organización defensora de los derechos humanos, las "medidas discriminatorias" adoptadas por esos países han exacerbado el atasco en Idomeni y sientan un "precedente peligroso" al hacer que los refugiados y solicitantes de asilo intenten cruzar a través de la ruta de los Balcanes.
El director de AI-Grecia, Giorgos Kosmopoulos, declaró en el comunicado que con los sistemas griegos "bajo presión", la situación humanitaria "está empeorando y familias enteras están durmiendo en la calle, sin acceso a condiciones de recepción adecuadas".
"Los Estados miembros de la UE tienen que compartir de forma inmediata la responsabilidad y responder a esta crisis", dijo.
Según Kosmopoulos, "la situación en Idomeni está en un momento crítico" y los líderes de los países comunitarios "tiene en sus manos las vidas de miles de solicitantes de asilo".
En su nota, AI recuerda que bloquear la entrada a grupos específicos de solicitantes de asilo va contra la legislación internacional y la ley de refugiados de la UE.
La situación en el paso fronterizo de Idomeni, en la frontera entre Grecia y Macedonia, sigue siendo crítica hoy debido al cierre de las fronteras de la ruta balcánica que ha dejado a unas 20.000 personas atrapadas en varios puntos del Estado heleno.
La introducción de mayores controles a los sirios e iraquíes (las únicas nacionalidades que tienen permitido el acceso), que deben aportar un pasaporte o un documento de identidad, ha ralentizado los cruces hasta el punto que hay momentos en que la frontera cierra por completo, lo que genera más aglomeraciones en el campo de tránsito.