Bilbao - Ocho meses. Eso es lo que ha tardado Jorge Aldekoa en recuperar su puesto de jefe de la Ertzain-tza, al que renunció en noviembre del año pasado tras perder el rango de intendente como consecuencia de una sentencia judicial. La directora general de la Academia de Arkaute, Malentxo Arruabarrena, publicó ayer la lista con los nuevos intendentes de la Policía vasca -nueve en total- que han superado el curso de ascenso a esta categoría que el Departamento de Seguridad convocó el 17 de octubre de 2014, entre ellos Aldekoa. Hoy mismo, el viceconsejero de Administración y Servicios, Iñaki Gurtubai, firmará una resolución para asignar a cada nuevo intendente su destino, en este caso como jefe de la Ertzaintza, para lo que se le habilitará además como superintendente.

El origen de esta odisea se encuentra en el primer curso de ascenso a intendente, de diez plazas, que se convocó en la Ertzaintza en julio de 2011, durante el mandato de Rodolfo Ares en el Departamento de Interior. En el proceso de selección para acceder al mismo, el entonces jefe de la comisaría de Bilbao, Jorge Aldekoa, quedó precisamente en décimo lugar. Sin embargo, otro comisario, Josu Markaida, fuera del curso al quedar un puesto después, recurrió judicialmente la valoración de méritos de Aldekoa. El 4 de octubre de 2012, el Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 2 de Gasteiz estimó que un curso realizado por Aldekoa y valorado con 10 puntos no era un título oficial de posgrado. Tras la presentación de un recurso, el Tribunal Superior de Justicia del país Vasco ratificó ese fallo el 11 de julio de 2014, lo que acabó provocando la renuncia de Aldekoa cuatro meses después.

Ante esta situación, Jorge Aldekoa siguió ejerciendo el cargo en comisión de servicios, es decir, habilitado a una categoría superior a la suya, una práctica habitual en la historia de la Policía vasca. Sin embargo, en noviembre decidió dar el paso y renunció al puesto porque “en esta nueva situación, entiendo que las circunstancias sobrevenidas condicionan en exceso el que pueda seguir ejerciendo de jefe de la Ertzaintza”. Así lo explicaba en una carta con fecha del 4 de noviembre que fue remitida a las jefaturas.

La consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, aceptó su renuncia y optó por no sustituirle. En su lugar, las funciones propias de ese cargo fueron asumidas de forma compartida por los responsables de las divisiones con mayor número de efectivos -Protección Ciudadana e Investigación Criminal-, el director de la Policía vasca, Gervasio Gabirondo, y los viceconsejeros de Seguridad y Administración y Servicios, Josu Zubiaga e Iñaki Gurtubai, respectivamente.

Poco antes, el 17 de octubre, el Departamento de Seguridad convocó un nuevo curso de ascenso a intendente, el segundo de la Ertzain-tza, con lo que Aldekoa ya tenía la opción de recuperar ese rango y de volver a su puesto, toda vez que la consejería le había dejado la puerta abierta para ello. De forma paradójica, ese curso también suponía una oportunidad para que Josu Markaida optara al ascenso después de que los tribunales sentenciaran que había superado el proceso selectivo en 2011. Inicialmente de seis plazas, el nuevo curso fue ampliado a ocho y Markaida fue el noveno participante en el mismo.

Polémica por Cabacas En declaraciones a Radio Vitoria, la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, valoró que Jorge Aldekoa es, “ante todo, una persona que tiene una gran trayectoria dentro de la Ertzaintza” y que “ya ha ejercicio estas funciones previamente”. Tras destacar asimismo su “capacidad de organización” y “el gran conocimiento que tiene de la Ertzaintza”, pidió “prudencia” a los responsables políticos en sus valoraciones.

Se refería así a la polémica que surgió tras el primer anuncio del nombramiento de Jorge Aldekoa como jefe de la Ertzaintza, por ser el nagusi de la comisaría de Bilbao cuando, en abril de 2012, Iñigo Cabacas murió tras una carga policial con pelotas de goma. Ayer mismo, EH Bildu consideró que “nombrar a Aldekoa ya fue un error en su día, pero volver a hacerlo otra vez obliga a hablar de humillación más que de error, sobre todo para la familia” de Cabacas. Fuentes de la consejería de Seguridad recordaron que la abogada de la familia ha pedido tres veces la comparecencia de Aldekoa, una como imputado y dos como testigo, “y la jueza lo ha rechazado siempre porque cree que no tiene nada que aportar a la causa”.