Bilbao - La brecha abierta a principios de año entre diversos sectores de Podemos Euskadi a raíz de la elección del consejo ciudadano autonómico y de su secretario general, Roberto Uriarte, lejos de cerrarse, sigue creciendo. Uno de los máximos exponentes de esta tensa situación tiene reflejo en las únicas instituciones en las que la formación tiene representación, las Juntas Generales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, donde el sector crítico más organizado ha tomado el control de los grupos junteros y se ha hecho fuerte en ellos.
Esta especie de revuelta ha llegado a tal extremo que los junteros de Podemos han desoído los nombramientos sobre portavocías y presidencias de grupo que aprobó el 6 de junio el Consejo Ciudadano de Euskadi, y han elegido otros representantes, no alineados con la dirección de Uriarte. De esta manera, el único poder institucional que ostenta la formación morada en la Comunidad Autónoma Vasca -veinte junteros en total, seis vizcaínos, seis guipuzcoanos y ocho alaveses- se sitúa casi en los bordes de la organización, según critica el sector oficial, que considera que estos sectores críticos “quieren hacer su política desde los grupos junteros”, una propuesta que no recibió el respaldo mayoritario en las primarias autonómicas de febrero, en las que se impuso Uriarte.
La dirección de Podemos Euskadi decidió que Arantza Abecia, Asun Merinero y Juantxo Iturria fueran los portavoces de Podemos en las Juntas Generales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, respectivamente, mientras que designó para presidentes de grupo -un cargo interno sin mayor proyección exterior- a Itxaso Roldán (Araba), Neskutz Rodríguez (Bizkaia) y María Valiente (Gipuzkoa). La sorpresa fue máxima cuando quienes se estrenaron en su función de portavoz en las respectivas sesiones de investidura del diputado general fueron otros: Neskutz Rodríguez representó a Podemos en la Cámara vizcaína mientras que Koldo Martín lo hizo en la jornada en la que se eligió al máximo mandatario alavés. No hubo sorpresas, en cambio, en Gipuzkoa, donde habló en nombre del partido Juantxo Iturria, candidato en su momento aceptado por todos los sectores y que además se impuso con holgura en las primarias en ese territorio. Sin embargo, los junteros en la Cámara de Gipuzkoa también revocaron la decisión del Consejo Ciudadano de Euskadi de nombrar presidenta del grupo a María Valiente. Lo mismo ocurrió en el resto de territorios; ninguno de ellos aceptó la decisión de la dirección y eligieron otros presidentes de grupo.
Para los junteros que no se han plegado a la voluntad de la dirección del partido no se trata de una insubordinación. Alegan que se han limitado a cumplir el reglamento de Podemos que rige el funcionamiento de los grupos parlamentarios, y en el que se establece que los grupos en los diferentes legislativos elegirán sus portavoces y otros cargos a “propuesta” del consejo ciudadano de turno. “Nuestra interpretación del reglamento es que el consejo propone y el grupo juntero designa, y así lo hemos hecho”, reconocía a este periódico uno de los junteros. También se han sumado otros factores. Así, en la decisión del grupo de Podemos en las Juntas de Bizkaia de elegir portavoz a Neskutz Rodríguez, ha pesado la circunstancia de que es euskaldun; no así Asun Merinero, la propuesta por la dirección del partido.
De que los ánimos continúan bastante exaltados dan cuenta los debates que se desarrollaron a finales de junio en un encuentro interno en Barakaldo, en el que solo la mitad de los asistentes refrendaron una resolución que proponía “que la actuación de los cargos electos en las instituciones se guíe” por un “espíritu de colaboración y lealtad al Consejo Ciudadano de Euskadi”. El 52% de los presentes secundó la iniciativa, mientras que el 25,7% se opuso y el 21,7% votó en contra.
La acusación de falta de lealtad con la dirección elegida en las primarias ciudadanas de febrero pesa como una losa en el partido, aunque fuentes de la dirección se empeñan en resaltar que estos grupos críticos no representan más del 20 o 25% de los participantes en las dinámicas de Podemos Euskadi. Pero lo suficiente para cuestionar a Uriarte y los suyos.
el origen, en febrero Otra resolución aprobada en el encuentro de Barakaldo pone el dedo en la llaga sobre cuáles son los motivos de este enfrentamiento “palmario” entre el Consejo Ciudadano de Euskadi y los grupos junteros. “El conflicto entre Euskal Hiria y Orain, especialmente tras el resultado de las primarias para elegir a candidatos a las elecciones forales, afecta a toda la organización”, reconocía la dirección.
Con esta alusión hacía referencia al fuerte malestar que se instaló en la dirección de Podemos Euskadi después de que la lista unitaria que había promovido para elegir candidatos para las forales mediante primarias no terminara encabezada por los nombres designados de antemano por el núcleo duro de la formación. Los representantes de Euskal Hiria, el sector mayoritario de la ejecutiva de Euskadi, grupo que lidera el secretario general, Roberto Uriarte, se unieron para la ocasión con Orain Ahal Dugu, sector al que se había impuesto en las primarias autonómicas de febrero.
Pese a este aparente entendimiento, Neskutz Rodríguez y Koldo Martin se impusieron en la votación popular para encabezar las listas en Bizkaia y Araba, respectivamente, en detrimento de Ana Viñals y Arantza Abecia, que según había prefijado la dirección iban a ser las candidatas más votadas y que, finalmente, quedaron en puestos retrasados. El grupo de Uriarte acusó a la otra corriente de deslealtad al “incumplir el compromiso” de votar a todos los candidatos de esa lista unitaria, no solo a parte de ellos. Ocurriera como ocurriera, el resultado fue que Orain Ahal Dugu copó los primeros puestos de las candidaturas por Bizkaia y Araba, mientras que el más neutro Juantxo Iturria -este sí apoyado por la dirección- lo hacía sin contestación en Gipuzkoa. Las acusaciones, que habían empezado ya en la génesis del partido, de que los sectores críticos estaban minados por exmiembros del partido Izquierda Anticapitalista y por madrazistas -en referencia al antiguo dirigente de Ezker Batua Javier Madrazo-, no hicieron más que arreciar.
El germen del descontento entre los que posteriormente fueron elegidos junteros el pasado 24 de mayo fue creciendo debido a la decisión del Consejo Ciudadano de Euskadi de eliminar la figura del candidato a diputado general para evitar así dar relevancia a las figuras de Neskutz Rodríguez y Koldo Martín, los más votados por los simpatizantes de Podemos. De aquellos lodos estos barros, ya que tanto una como el otro han acabado siendo el rostro y la voz del partido de los círculos en las cámaras de Bizkaia y Araba.
Aunque en los grupos junteros las posiciones no son unánimes, parece que la balanza se inclina a favor de los críticos, especialmente en Bizkaia, donde cinco de los seis junteros - la propia Rodríguez, Josean Elgezabal, Mikel Isasi, Nuria Atienza y Elsa Pamparacuatro; la excepción es Merinero- fueron candidatos de Orain Ahal Dugu o se han alineado con sus tesis.
“los mejor preparados” La dirección de Roberto Uriarte pretende impedir que vuelva a ocurrir esta pérdida de control de los candidatos. Así, en el informe valorativo de la campaña de las pasadas elecciones forales, reconocía la debilidad en su proceso de selección de candidaturas. “El sistema actual no garantiza necesariamente que los seleccionados son los candidatos mejor preparados sino los más conocidos o activos en sus zonas de influencia”. Por eso se propone mejorar el método con fórmulas para “hacer cierto que los equipos elegidos completan una plancha compacta y la más competente para el ejercicio institucional, incluyendo una plancha de cabecera”, una propuesta del Consejo Ciudadano de Euskadi en la línea de la polémica decisión del líder de Podemos, Pablo Iglesias, de presentar una “lista plancha”, cerrada y avalada por la dirección, en las primarias abiertas que elegirán a los candidatos a las elecciones generales.
En todo caso, la tensión entre los diferentes sectores del partido en Euskadi es un hecho evidente, incluso en las reuniones del Consejo Ciudadano de Euskadi, del que forman parte -aunque son minoría- algunos de los junteros contestatarios, como los propios Rodríguez y Martín, Pamparacuatro o Mari Cruz Polaina.