Bilbao - “Esto no es el final de nada”. Así de tajantes se mostraron los sindicatos con representación en Osakidetza en la segunda jornada de huelga, enseñando ya sus cartas y avisando de que si la dirección no comienza a negociar “en serio”, convocarán más protestas y días de paro. Una vez contabilizados los tres turnos, la huelga registró ayer una incidencia del 8,8 %, un porcentaje superior al 7% del día anterior aunque lejos de la participación esperada. De nuevo, Bizkaia concentró al mayor número de profesionales que se sumaron al paro, un 10,8% frente al escueto 5,4% de Araba. Y curiosamente, los médicos participaron en mayor medida, un 5% frente al 3,8% del jueves. Así, de las 24.296 personas que debían estar trabajando en los tres turnos, 22.167 acudieron a su puesto de trabajo y 2.129 secundaron la huelga.
El acto central de los sindicatos consistió ayer en la manifestación desarrollada en Bilbao desde el Teatro Arriaga hasta la sede del departamento de Salud, donde una concentración reclamó la dimisión del consejero Jon Darpón, y reivindicó una “sanidad pública y de calidad”.
Los sindicalistas reiteraron presiones, por lo que ayer requirieron la presencia de inspectores de trabajo en los hospitales de Basurto y Galdakao, en Bizkaia, y en el de Txagorritxu en Araba, para que investiguen “la posible vulneración al derecho a la huelga en esos centros”. La representante de SATSE, Encarna de la Maza, afirmó que el sector sanitario vasco “ha respondido al llamamiento de huelga a pesar de la agresividad con la que Osakidetza ha pretendido desactivar los paros”.
La portavoz del sindicato de enfermería afirmó que la manifestación de ayer “no es el final de nada” e indicó que “revisarán los tímidos pasos que Salud ha dado forzado por la movilización”.
Al mismo tiempo puso de manifiesto que, “para parar esto, solo hace falta cumplir con los compromisos, voluntad y diálogo”. Indicó que “dan por buenas las críticas del Gobierno a la huelga ya que demuestran que hemos hecho bien las cosas porque estamos sacando a la luz lo que pasa de verdad en Osakidetza y porque estamos exigiendo más calidad, más personal y menos imagen”, precisó.
Desde ELA, Peio Igeregi destacó la “responsabilidad con la sanidad pública que han demostrado quienes han secundado esta huelga de dos días” y reiteró la denuncia de los abusivos servicios mínimos estipulados. Ofreció “mano tendida para negociar la recuperación de todo en empleo perdido en los últimos años” y afirmó que “en manos de Osakidetza” estará que ese diálogo prospere o que “vuelva a haber más jornadas de movilización y de huelga”. El resto de sindicatos recalcaron que Salud puede llenar la mesa de diálogo de contenidos reales y reiteraron que con la mejora de las condiciones salariales mejorará también la calidad del servicio.
Llamada al sentido común Desde el servicio vasco de Salud, el director general de Osakidetza, Jon Etxeberria, y el director de Recursos Humanos, José María Armentia, se volvió a replicar con contundencia. Y tras pedir disculpas a los afectados, calificaron de “injusto que los sindicatos hayan vuelto a utilizar una estrategia que afecta directamente al paciente”. Sobre la acusación de los excesivos servicios mínimos, Armentia clarificó que “es obligación del Gobierno fijar unos servicios mínimos que garanticen una atención adecuada y son los mismos que los de un fin de semana. Ni más ni menos”, remarcó. “La negociación sigue abierta pero pedimos a los sindicatos sentido común y verdadera voluntad de diálogo. Nuestra oferta, concreta y realista, sigue sobre la mesa”, garantizó.
El director general, por su parte, volvió a agradecer “el compromiso mostrado por la mayoría de los profesionales de Osakidetza que han permitido que también ayer trabajásemos con normalidad”, dijo Etxeberria. A su juicio, “esta mayoría ha valorado el esfuerzo y la propuesta que esta Dirección general ha hecho”. Certificó que “no se ha presionado a nadie y han sido los propios profesionales de Osakidetza quienes han optado por mantener su compromiso con el paciente”.
También rebatió a los sindicatos sus críticas sobre la merma de la calidad del servicio sanitario. “No hay recortes en el servicio que presta Osakidetza y nos esforzamos a diario para que siga así”, avaló.
2.000 trabajadores en paro. De las 24.296 personas que trabajaban ayer en los tres turnos, 22.167 acudieron al trabajo y 2.129 secundaron el paro.
Bizkaia, la más afectada. Tal y como sucedió anteayer, Bizkaia fue el territorio que sufrió la mayor afección, con un 10,9%. En Araba fue residual con un 5,4% y también fue escaso en Gipuzkoa, donde obtuvo un 6,8%.
Por categorías, el 5% del personal médico participó en la huelga, mientras que en la enfermería el seguimiento fue del 8,5%. Entre el resto del personal, la participación alcanzó el 12,7%.