EL CAIRO. De las víctimas mortales, al menos 66 fueron civiles, entre ellos diez menores y seis mujeres, que perdieron la vida en los ataques a instalaciones petroleras y yacimientos de crudo en áreas bajo el control del grupo Estado Islamico (EI), en las provincias de Al Hasaka, Deir al Zur, Al Raqa, Alepo e Idleb, en el norte del país.

Otros 1.922 eran combatientes del grupo yihadista EI, la mayoría extranjeros, que perecieron en bombardeos aéreos contra sus posiciones y cuarteles en las provincias de Homs, Hama, Alepo, Al Hasaka, Al Raqa y Deir Al Zur.

Además, unos 90 integrantes del Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda, murieron en los ataques de la coalición internacional.

A esos combatientes muertos se suma un prisionero del EI, perteneciente a una brigada rival, de tendencia islamista, que pereció en un ataque contra una de las bases de la organización extremista en las afueras de la ciudad de Al Raqa.

El Observatorio no excluyó la posibilidad de que el número de fallecidos sea mayor debido a la dificultad para acceder a algunas zonas bajo control del EI y al secretismo que esta organización extremista mantiene sobre sus bajas.

Por otra parte, la ONG señaló que en los últimos seis meses, entre el 20 de octubre de 2014 y el 20 de abril de 2015, los aviones y helicópteros del Ejército sirio lanzaron 13.084 ataques aéreos en los que murieron 2.312 civiles y 704 hombres armados de grupos rebeldes, yihadistas y terroristas.

El EI proclamó un califato a finales de junio del año pasado en Irak y Siria, donde ha conquistado partes del norte y el centro de ambos países.