Gasteiz - “Hartazgo”. Es la palabra que empleó ayer el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, para referirse a la situación por la que atraviesan las relaciones -o más bien, la no relación- del Ejecutivo de Iñigo Urkullu con el Gobierno de Mariano Rajoy. Un hartazgo argumentado en un nuevo recurso -es el décimo en estos dos años de legislatura- ante el Tribunal Constitucional por invasión competencial, esta vez contra dos aspectos de la Ley 18/2014 de Medidas Urgentes para el Crecimiento, la Competitividad y la Eficiencia.
Apuntalando el análisis compartido el pasado domingo entre el lehendakari y el president Artur Mas sobre el “proceso recentralizador” emprendido por Moncloa, ayer el Consejo de Gobierno aprobó la interposición de este nuevo recurso de inconstitucionalidad, precisamente a 24 horas de expirar hoy el plazo que el lehendakari dio a Rajoy para que atendiera sus propuestas en torno a la renovación del Cupo, las transferencias pendientes y el fin de ETA. El silencio administrativo al que el presidente español ha sometido en este último trimestre las propuestas de Urkullu -no ha habido noticias al respecto en Lehendakaritza desde que en septiembre se reunieran ambos mandatarios y Rajoy se comprometiera a dar algún tipo de respuesta- ha venido a culminarse con este nuevo encontronazo competencial sin ni siquiera pasar por la Comisión Bilateral de Cooperación, en la medida en que, explicó Erkoreka, los dos puntos en controversia ya han sido debatidos sin acuerdo con motivo de otras leyes recurridas.
Lo admitió sin ambages el portavoz del Ejecutivo: “Concluye 2014 sin que haya mejorado la relación”. Un análisis doblemente preocupante para Lehendakaritza puesto que el año que viene se encara un ciclo electoral doble que no hace vaticinar que ese silencio de Rajoy respecto a las propuestas de Urkullu vaya a variar. “El Gobierno central ni atiende ni entiende, no atiende a los planteamientos que pone el Gobierno Vasco sobre la mesa ni parece entender la envergadura de los retos que nos presenta la sociedad”, sentenció Erkoreka, advirtiendo de que en este contexto el Ejecutivo vasco “poco puede hacer más allá que insistir en la denuncia y no renunciar a trazar su propio camino en el desarrollo del autogobierno -una tarea que por ahora encomienda a la Ponencia parlamentaria- y en la gestión cotidiana”.
A esa falta de respuesta se suma la “actitud recentralizadora” del Estado que Urkullu y Mas diagnosticaron el domingo en su encuentro en Ajuria Enea como motivo de ese hartazgo que ayer se materializó en un nuevo recurso por invasión competencial ante el Tribunal Constitucional. A lo largo de estos dos años de legislatura, destacó el portavoz, Euskadi y el Estado han colisionado en quince ocasiones en esta ámbito respecto a otras tantas leyes estatales y solo en cinco se ha logrado un acuerdo que zanjara ese choque competencial evitando el recurso de Lakua ante el TC.
Un escenario que llevó el domingo a Urkullu y Mas a acordar la búsqueda de iniciativas en común para hacer frente a este tipo de invasiones de las competencias autonómicas. Erkoreka adelantó ayer que este acuerdo no se ha concretado aún en ninguna iniciativa concreta -la prioridad en la agenda catalana en este momento tiene más que ver con el posible adelanto electoral-, aunque apuntó que probablemente estas serán más de índole política que jurídica.
Los horarios comerciales En lo que se refiere al contenido del recurso, el Gobierno Vasco critica que la Ley 18/2014 invade la competencia de Políticas Activas y Fomento del Empleo, al regular un sistema de bonificación en las cuotas de la Seguridad Social para empresas que contraten a jóvenes que ni estudian ni trabajan, gestión que correspondería a Lanbide.
En segundo lugar, esta Ley rebaja los umbrales de habitantes y ocupación hotelera para la catalogación como “zona de gran afluencia turística” que sustenta la liberalización completa de horarios comerciales todo el año y que afectaría, en el caso de Euskadi, a Donostia. Entiende el Gobierno Vasco que esto interfiere una competencia estrictamente autonómica. Transitoriamente, el Ejecutivo vasco sorteará en 2015 esta liberalización total en la capital guipuzcoana con una resolución que se publicará en el Boletín Oficial del País Vasco el viernes por la que, a propuesta del Ayuntamiento, solo los comercios de la Parte Vieja donostiarra y solo en julio y agosto tendrán libertad horaria.
Esta solución es similar a la adoptada en septiembre respecto a Bilbao y ambas son transitorias a la espera de que el Parlamento Vasco apruebe la modificación de la Ley de Actividad Comercial -que ayer el Consejo de Gobierno remitió al Legislativo autonómico- en la que se establecen las condiciones y procedimiento para la declaración de “zona de gran afluencia turística”.