Madrid - El inmenso malestar social provocado por la crisis, por las medidas aplicadas para salir de ella y por los continuos episodios de corrupción que afectan a un buen número de cargos públicos amenazan con derrumbar el mapa político del Estado español, dominado desde la Transición por los dos grandes partidos. Según se desprende del Barómetro de Opinión del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de octubre, el efecto más evidente es el fin del bipartidismo PP-PSOE y el ascenso imparable de Podemos, que se sitúa como tercera fuerza política con una estimación de voto del 22,5% (siete puntos más que tres meses antes) y la primera en intención directa de voto.
Era un secreto a voces que la formación de Pablo Iglesias estaba en disposición de aglutinar buena parte del descontento ciudadano, pero lo que no entraba en ningún cálculo era el alcance de su acenso. Más previsible es el desplome del PP, hasta marcar su peor resultado desde al menos los años noventa (27,5%), para situarse sólo 3,6 puntos por encima del PSOE, que se recupera con relación al sondeo de julio y llega hasta el 23,9% gracias al efecto de Pedro Sánchez.
La encuesta, basada en 2.480 entrevistas, se realizó en 239 municipios en los primeros 13 días de octubre, tras la crisis de Gobierno provocada por la dimisión de Alberto Ruiz Gallardón, en pleno escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid y nada más conocerse el contagio por ébola de la auxiliar Teresa Romero.
En ese contexto, y preguntados por el partido al que votarían si las elecciones fueran mañana mismo, los encuestados señalan espontáneamente a Podemos como la primera opción, con una intención directa de voto del 17,6%, superando tanto al PSOE (14,3%) como al PP (11,7%).
Ante esa pregunta todavía hay un 19,5% de encuestados que aún no tendrían decidido el voto y un 15,7% que asegura que no votaría mañana. Al sumar las simpatías de estos encuestados a los resultados del voto directo, lo que se conoce en las encuestas como voto + simpatía, el partido de Pablo Iglesias vuelve a figurar como primera opción, con un porcentaje del 19,3% y de nuevo por encima del PSOE (18,1%) y del PP (14,6%).
Pero las encuestas del CIS tienen muchas más preguntas con las que va contrastando las respuestas de los encuestados y completando esa contestación espontánea a la pregunta de intención directa de voto hasta calcular una estimación de voto. Ahí es donde el PP vuelve a aparecer como primer partido, pero con su peor resultado de las últimas tres décadas: un porcentaje del 27,5%, 2,5 puntos menos que en julio, (anterior encuesta del CIS con intención de voto) y muy lejos del 44,62% que consiguió en las generales de 2011 en las que logró la mayoría absoluta. En segundo lugar figura el PSOE, que tras renovar a su dirección federal se le adjudica una estimación de voto del 23,9%, 2,7 puntos más que en julio pero aún por debajo del 28,73% que logró en las últimas generales y que fue su peor resultado en una cita con las urnas. La distancia entre los dos grandes partidos queda por tanto reducida a 3,6 puntos, una diferencia que no era tan estrecha desde primavera de 2010. El PP había empezado la legislatura sacando 15 puntos al PSOE.
Podemos, partido al que los encuestados sitúan mayoritariamente en la extrema izquierda, incrementa en octubre su estimación de voto hasta llegar al 22,5%, sólo 1,4 puntos por debajo del PSOE y a cinco puntos del PP. Tras su éxito en las europeas, de mayo, este partido había aparecido por primera vez en una encuesta del CIS en julio marcando un 15,3%,
IU y UPyD, a la baja La irrupción de Podemos hace retroceder a las otras dos formaciones minoritarias de ámbito estatal, Izquierda Plural y UPyD. Así, el CIS otorga a IU-ICV una estimación de voto del 4,8%, la mitad que lo que se calculaba sólo tres meses antes y su peor dato desde 2009. En las generales de 2011 logró casi el 7% y obtuvo 11 escaños. UPyD, por su parte, aparece con una estimación de voto del 4,1%, por debajo del 4,49% que obtuvo en las generales de 2011 y que apenas le sirvió para formar grupo parlamentario propio. Esta legislatura había llegado a marcar un 9,2% en la encuesta de enero de este año. Entre los nacionalistas destaca la subida de CiU, que llega al 3,8% en estimación, un punto más que tres meses antes, en la misma medida que baja ERC del 3,3% de julio al 2,3 de octubre.