vitoria - El Partido Nacionalista Vasco concluye la semana en que ha habido relevo en la jefatura del Estado, sin que en apariencia haya cambiado nada más que el nombre del rey Borbón, mostrando la mano tendida a las fuerzas políticas españolas para realizar una "reforma institucional profunda", que avale el derecho a decidir y promueva "un futuro nacional para Euskadi en libertad y en Europa". Esa reforma constituiría a su vez "un pacto de largo alcance que dé confortabilidad y estabilidad al Estado español".
Así lo detalló ayer el presidente del Euzkadi Buru Batzar, Andoni Ortuzar, en un acto que el PNV celebró en la localidad alavesa de Lagran, dos días después de la proclamación del rey Felipe, acto al que acudió el lehendakari, Iñigo Urkullu, con un mensaje para que el nuevo monarca español arbitre en las negociaciones que desde Euskadi se reclaman para modificar el modelo territorial y dar carta de naturaleza a la realidad plurinacional del Estado.
Ortuzar aludía ayer precisamente al relevo del monarca, que identificó como un acto de "maquillaje" para tratar de tapar las consecuencias de la "crisis general" derivada de la grave situación de la economía y del funcionamiento de las instituciones. Para el PNV la primera de las dos "alternativas" a esa crisis es "la que hasta ahora han puesto en marcha los principales partidos españoles, que es la del maquillaje". "Y esta semana ha sido la semana del maquillaje en el Estado español: primero, con el cambio de rey; y segundo, con el anuncio de reforma fiscal", apostilló. El presidente de los jeltzales ya adelantó que no serán "comparsas en ese camino" porque son cambios que pretenden "despistar a la ciudadanía, parecer que las cosas cambian para que nada cambie, para que todo siga igual".
La segunda alternativa, por la que apuesta el PNV y para ello muestra su "mano tendida" a los que en el Estado español "afronten con determinación" los cambios profundos, es la de "una reforma institucional profunda del Estado español, que sirva para recuperar la economía, para crear empleo, y para disminuir las tasas de pobreza que se dan en el Estado español", explicó Ortuzar.
El presidente del PNV extendió esta oferta de cambios institucionales al servicio de "poner sobre la mesa los problemas de las nacionalidades, las aspiraciones que el pueblo vasco tiene para convertirse en una nación y tener una representación en Europa conforme a esos deseos de su ciudadanía". "Si las fuerzas políticas españolas se dan cuenta de que lo que hace falta es esa reforma profunda de las instituciones y de los marcos legales españoles, el PNV estará", prometió el presidente del EBB.
Eso sí, puntualizó que los jeltzales estarán con sus reivindicaciones, en concreto con la "del derecho a decidir". En este sentido, Ortuzar anunció que si se dan estas circunstancias el PNV pondrá sobre la mesa "un pacto de largo alcance que dé confortabilidad y estabilidad al Estado español", pero que "también promueva un futuro nacional para Euskadi en libertad y en Europa".
Prisas en el aforamiento Por otro lado, el Gobierno vasco volvió a posicionarse ayer sobre la sucesión real, en esta ocasión sobre el aforamiento de Juan Carlos II, del que "sorprenden sobremanera las prisas". Así se pronunció el portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, que apuntó que se trata de "privilegiar desde el punto de vista de la justicia a quien hasta hace poco predicaba la igualdad de la justicia para todos".
El portavoz recordó que "se trata de una persona que, todavía hace muy poco tiempo, en un discurso de Navidad, proclamó con rotundidad aquello de que la justicia era igual para todos". "¿Cómo puede ser igual la justicia para todos si quien lo dijo está buscando un aforamiento especial, singular, único y, además, parece que a una velocidad de vértigo?", preguntó.