MADRID. Para llevar a cabo esta investigación, recogida por la plataforma Sinc, los expertos han analizado el papel de los padres a la hora de determinar el riesgo del consumo de alcohol, tabaco y cannabis de sus hijos en seis países de Europa: Suecia, Reino Unido, España, Portugal, Eslovenia y la República Checa. Además, se han estudiado a 7.718 adolescentes, 3.774 varones y 3.944 mujeres, de 11 a 19 años de edad.
El objetivo ha sido dilucidar qué tipo de relación entre padres e hijos protege más del abuso de drogas, a partir de dos variables: el control y el afecto de los padres. De esta forma, los expertos han comprobado que ni el autoritarismo ni la ausencia de control y afecto "funcionan" en la prevención de consumo de drogas, si no que lo que funciona es que exista una "buena relación" con los hijos y padres.
En concreto, el modelo autorizativo engloba a las familias que proporcionan normas claras, razonan con los hijos de forma afectuosa y flexible, al tiempo que les exigen su cumplimiento. Además, el modelo autoritario coincide con el autorizativo en que son exigentes o controladores, pero difiere en que los padres y las madres son menos afectivos. Asimismo, los padres y madres del modelo negligente y del modelo indulgente se caracterizan por su bajo nivel de represión aunque, sin embargo, los primeros son poco afectuosos y los segundos "muy afectivos".
En este sentido, los resultados del trabajo, que coinciden en toda Europa, señalan que los modelos indulgente y autorizativo son los que mejor funcionan, tanto para el consumo de sustancias como en los trastornos personales.
De hecho, los resultados contrastan con estudios previos obtenidos en otros entornos culturales, donde la imposición de los padres es "recomendable" o "imprescindible".