MADRID. El juez conoció la existencia de esas seis cuentas, que podrían ser de un político dada la categoría con que clasificó el banco a su titular, a través de una serie de correos internos del banco, en el que tenían cuentas él y el extesorero del PP Luis Bárcenas.
En esos correos se mencionan las otras cuentas y también a Fraga, aunque el exsenador hoy ha afirmado que no eran de ninguno de los dos y que no sabe quién puede ser "el tercer hombre", según han informado fuentes jurídicas presentes en la declaración que ha prestado como testigo y que se ha extendido cinco horas.
A preguntas de Ruz, ha explicado que varias transferencias hechas desde cuentas suyas en el Dresdner Bank a las de su buen amigo Bárcenas se debieron a la devolución de cuatro préstamos que le hizo el extesorero del PP por un total de 18 millones de pesetas.
Fraga, sobrino del fallecido Manuel Fraga (fundador de AP), ha relatado que entre 1995 y 1998 le pidió a Bárcenas esos préstamos a un interés del 4 % porque se encontraba en una situación económica delicada.
Una de las transferencias se produjo sin embargo en 2006, diez años después de que supuestamente Bárcenas le dejara dinero para comprar un piso, lapso de tiempo que ha justificado en que acordó con el extesorero que se pagaría una década más tarde.
Preguntado acerca de por qué no hizo entonces uso de sus cuentas en Suiza para arreglar sus problemas económicos, ha respondido que quería guardar ese dinero como ahorros y que fue en 2011 y 2013 cuando las vacío y cerró.
Sobre la razón de que mantuviera tantos años sus cuentas en dos bancos del país helvético (Dresdner Bank y Lombard Odier), ha argumentado que pensaba que iba a ser senador solo cuatro años y que no le dio importancia a este hecho, e incluso ha admitido que también tuvo cuentas en Francia y en Estados Unidos.
Ha indicado que no las declaró a Hacienda porque le daba "pereza" hacer "tanto papeleo", según han detallado las fuentes.
Fraga ha reconocido también la veracidad de dos apuntes de la supuesta caja B del PP que llevaba Bárcenas, uno de ellos de 2004 por 3.000 euros y otro de 2008 por 6.000, y ha explicado que respondieron a gastos de campaña para pagar gasolina y comidas.
El dinero se lo pidió directamente a Bárcenas y lo recibió en metálico de manos de este último y del también extesorero Álvaro Lapuerta en su despacho de la sede del PP en la calle Génova. Ambos, ha añadido, apuntaron la entrega en sendos papeles.
El dinero que acumuló en Suiza (cerca de 300.000 euros) lo ha justificado en actividades empresariales en solitario o con Bárcenas, pero ha dicho que se desentendió de la gestión de las cuentas ya que el extesorero tuvo poderes sobre ellas hasta 2009 y era quien las manejaba, aunque sin cobrar ninguna comisión debido a su amistad.
Ha insistido en que a él le llevaba sus negocios Bárcenas y que a este último, una persona que ha calificado como "de fiar", no se los gestionaba nadie, respondiendo así a la hipótesis de que fuera ese "tercer hombre" el que se encargaba de manejar los fondos de ambos.
En correos internos del Dresdner Bank, Agathe Stimoli, la gestora de sus fondos y los de Bárcenas, afirmaba que se iba a reunir con Fraga en Madrid para aclarar el origen de su dinero, pero hoy él ha negado esa reunión.
Sobre su situación en el PP, ha explicado que dejó sus todos sus cargos en el partido tras el Congreso de Valencia en 2008 para seguir cobrando hasta 2011 su sueldo como senador.
A partir de entonces, el partido le dio una cantidad compensatoria que percibió hasta 2012, cuando se le retiró un día después de morir su tío.
Según las fuentes, ha manifestado que actualmente está arruinado y que la situación de la familia Bárcenas también es mala. Según ha dicho, lo están pasando muy mal, y para ilustrarlo ha contado que estuvo recientemente con la mujer del extesorero, Rosalía Iglesias, en su estudio y le dijo que no tenía "ni Coca-Cola" y que su hijo, Guillermo Bárcenas, se ha tenido que ir a Estados Unidos a buscar trabajo.
Además de a Fraga, Ruz ya preguntó sin éxito a Bárcenas sobre la identidad del titular de las seis cuentas en el último interrogatorio al que le sometió el pasado 10 de abril