EL CAIRO. El Tribunal Penal de El Cairo sentenció también a los hijos del exmandatario, Alaa y Gamal, a cuatro años de prisión por los mismos cargos, en un fallo que es apelable.

Además, la corte estipuló que deberán devolver al Estado en compensación por este fraude 21 millones de libras egipcias (unos tres millones de dólares) y a pagar una multa de 125 millones (unos 18 millones de dólares), además de los gastos del juicio.

Todos ellos estaban imputados por apropiarse de más de 125 millones de libras egipcias de las arcas públicas, destinadas al mantenimiento de los palacios presidenciales.

Mubarak se encuentra bajo arresto domiciliario en el Hospital de las Fuerzas Armadas de Maadi, mientras que sus hijos están encarcelados en el presidio de Tora, ambos en el sureste de El Cairo.

El pasado 19 de febrero, durante la primera sesión del juicio, el expresidente y sus vástagos negaron los cargos: "Todo lo mencionado por la Fiscalía Pública no sucedió en absoluto y es infundado", dijo Mubarak.

También eran procesados en este caso los egipcios Mohiedin Abdel Jatim y Amr Mohamed, que trabajaban para la Presidencia egipcia; y Abdel Hakim Mansur y Mayid Hasan, empleados en una empresa contratista de proyectos de construcción.

Sin embargo, el magistrado Osama Shahin, presidente del tribunal, se inhibió hoy de juzgar a estas cuatro personas alegando que no es competente para ello.

El exmandatario está acusado de haber puesto a su nombre propiedades del Estado sin pagar por ellas, e incluir el valor de las mismas -125 millones de libras egipcias- en el presupuesto estatal asignado al Ministerio de Vivienda y al centro de Comunicación de la Presidencia.

La Fiscalía concluyó también que Mubarak y sus hijos usaron dinero público para construir y decorar propiedades inmobiliarias propias en los barrios cairotas de Heliópolis y Katameya, y en las localidades costeras de Sharm el Sheij y Marina, entre otras.

Las construcciones, hechas con el presupuesto asignado a Presidencia, supuestamente se realizaron en el periodo comprendido entre 2002 y 2011, cuando Mubarak fue derrocado tras una revuelta popular.

Mubarak está siendo también procesado junto al exministro de Interior Habib al Adli y seis de sus ayudantes por supuestamente ordenar el asesinato de manifestantes durante la revolución de 2011, un caso por el que recibió una condena a cadena perpetua, luego anulada.

Además, el expresidente, sus dos hijos y el empresario fugado Husein Salem se enfrentan a cargos de corrupción, tráfico de influencias y a un presunto delito por la exportación de crudo a Israel a precios supuestamente inferiores a los del mercado.