Bilbao - Izaskun Bilbao recibe a DNA en Sabin Etxea buscando un hueco entre dos actos electorales y, antes de comenzar la entrevista, quiere dejar claro que el pañuelo que lleva al cuello obedece a una promesa cumplida. Se lo regalaron los alumnos de Derecho y Especialidad Económica de la Universidad de Deusto en la cena de graduación de abril, donde ejerció de madrina y les garantizó que luciría el obsequio en un acto de campaña. Lo ha llevado en uno de los mítines, y ha querido repetir en la entrevista.
¿A qué atribuye que PP y PSE estén apelando al voto útil en las europeas y desaconsejando apoyar al PNV?
-Buscan defender un bipartidismo en crisis, y ocultar el trabajo que hemos hecho en el Parlamento. Nadie trabaja con Euskadi y para Euskadi en Europa como ha hecho el PNV. Eso es lo que quieren ocultar. Si no, no se entiende que, si somos tan testimoniales, todos se metan con nosotros.
El PNV está en el grupo ALDE, que puede inclinar la balanza hacia el candidato de los 'populares' a presidir la Comisión Europea o hacia el socialista. Por la experiencia de esta legislatura, ¿por quién es más fácil que se decanten?
-El grupo ALDE ha sido determinante ya en la pasada legislatura, porque ni el popular ni el socialista han tenido mayorías suficientes. Habrá que esperar a los resultados para ver cuál es nuestra influencia, que va a ser mucha.
¿Pero cómo es ideológicamente?
-Nuestro candidato Verhofstadt empezó con una trayectoria muy liberal, aunque ahora su discurso es liberal pero con componente social. Formamos parte del Partido Demócrata Europeo, de origen humanista. Lo desempeñado en Euskadi en los últimos treinta años es un reflejo de este modelo: tiene que haber desarrollo económico, pero acompañado necesariamente de desarrollo social, porque eso es lo que da cohesión social.
¿En qué consiste la tercera vía económica del PNV frente a PP y PSOE?
-PP y PSOE, los partidos tradicionales que están en crisis, han sido los responsables de la falta de desarrollo de modelo económico del Estado español, un modelo basado en la especulación inmobiliaria, con una falta de desarrollo social impresionante, con índices de fracaso escolar inaceptables y con niveles de paro terribles. Si a eso se le añaden los casos de corrupción, evidentemente tenemos dos modelos distintos. Nosotros somos industriales, la Comisión Europea también está trabajando por que haya una estrategia industrial a nivel europeo porque es la industria con empleos de calidad y formación la que nos puede sacar de esta situación. Tenemos un modelo en el que hemos acertado. Y han sido los propios comisarios europeos los que han afirmado que esto es así.
En materia de autogobierno, ¿ALDE es receptivo ante las reivindicaciones abertzales del PNV?
-Cuando preguntaban a Verhofstadt sobre esa cuestión, él decía que es un problema de cada Estado miembro, y que cada Estado está obligado a dialogar, a negociar y a respetar lo que digan la mayoría de los ciudadanos. Esto lo dice todo.
El PNV está apostando por que Euskadi tenga presencia en los órganos de decisión de Europa, como el Ecofin, que reúne a los ministros de Economía de la Unión. ¿Qué sacaríamos en limpio?
-Tenemos un sistema fiscal que ha sido reconocido como autónomo por el tribunal de Luxemburgo ante recursos que han planteado otras regiones del Estado español. Pedimos estar en el Ecofin porque, de esa forma, podremos tomar nuestras propias medidas fiscales y que sean reconocidas en el ámbito europeo. Tendríamos que aspirar a que no nos afectara la prima de riesgo del Estado español, a que tuviéramos una prima de riesgo en función del esfuerzo colectivo que hemos hecho en los últimos treinta años y de los parámetros que tenemos, con unas cajas saneadas, sin una situación como la que han tenido las cajas españolas o sus índices de desempleo y deuda pública. Si hubiéramos tenido un asiento propio en el Ecofin para tomar nuestras propias decisiones, no hubiéramos sufrido la prima de riesgo, que significa que las personas de Euskadi y las empresas han tenido que pagar el precio del dinero al precio de la situación que tenían en el Estado español. Y esto es injusto para la ciudadanía vasca que tanto esfuerzo ha hecho en los últimos treinta años.
Con su defensa del Concierto, ¿podría llegarse al punto de que las medidas de ajuste impuestas a España no fueran aplicables a Euskadi?
-Ante muchas de las medidas hemos tenido una posición diferente en Euskadi, diciendo que afectan a competencias nuestras y que, por mucho que a España le pidieran el ajuste, aquí no lo íbamos a aplicar. Pero, evidentemente, los ajustes que se han adoptado en Europa, que inciden de alguna manera en todos, de haber analizado nuestra situación y nuestra coyuntura, no nos hubieran afectado de la misma manera.
¿Detecta movimientos del Estado para impedir la presencia de Euskadi en los órganos europeos?
-Al pedir que la Ertzaintza esté en el espacio europeo Schengen con todas las competencias, la Comisión nos ha respondido diciendo que no es un problema de las instituciones europeas, sino del Estado español. Y, si el Estado estuviera convencido sobre la necesidad de nuestra presencia en el Ecofin, seguramente tendríamos otra posición. Evidentemente, todo son obstáculos.
¿A qué lo atribuye?
-El Estado español es uno, los grandes partidos dicen que es un país descentralizado, pero lo que no quieren es que otros modelos tengan voz propia. En los treinta años que ha estado el PNV en el Gobierno, no ha tenido ni un solo caso de corrupción. En una entrevista que le hacían al Gran Wyoming, él ponía el ejemplo del PNV, un partido que ha estado gobernando 30 años y no tenía casos de corrupción. Hay un supuesto, el caso Miñano, que habrá que ver cuál es el resultado pero, ante esa situación, el PNV pidió que los afectados entregaran los carnés. Por tanto, ante los casos de corrupción, no hay cobertura. Esa es otra diferencia importante con respecto al Estado.
A pesar de reconocer el Concierto, Europa ha castigado las vacaciones fiscales, los incentivos a las empresas concedidos en los noventa, por vulnerar la libre competencia.
-Hay que contextualizar las ayudas en el momento en que se dieron, con una crisis industrial brutal y la violencia de ETA en unas cifras insoportables. Algo había que hacer. En el caso de Irlanda, viendo su situación de violencia y la crisis económica brutal, la Unión Europea inyectó fondos con los programas Peace. A nosotros Europa no nos ha dado un euro, hemos hecho nuestro propio esfuerzo para acompañar a las empresas en esa coyuntura concreta. Si no lo hubiéramos hecho, ¿cómo estaríamos ahora? La sanción nos ha parecido excesiva. Las empresas no querían estar aquí, había riesgo de que se marcharan, y un 29% de paro en algunas zonas. ¿Qué teníamos que hacer? ¿Ayudar o no ayudar? Estaría bien que ese contexto hubiera sido añadido a ese expediente.
PP y PSE dicen que el debate está en ceder soberanía a Europa, y no en que Euskadi tenga más presencia.
-Los estados deben ceder soberanía hacia arriba y hacia abajo. Estamos de acuerdo con que tienen que ceder soberanía a Europa para construir los mecanismos de supervisión económica, para que haya unas instituciones fuertes con un liderazgo claro, una persona con la que la gente pueda identificarse, y que tenga una presencia ante todos los conflictos y una posición desde los valores europeos. Se necesita para afrontar los retos globales, como los energéticos, pero en el resto de cuestiones pedimos que haya más descentralización. Cuando hablamos de innovación, los que más innovan son los que están más cerca de la gente porque aprovechan mejor el conocimiento de las personas. También han dicho que Europa no se construye con países pequeños. ¿Qué es un país pequeño? ¿Luxemburgo? ¿Qué es un país grande: el que tiene un 25% de paro y 29% de fracaso escolar, como el Estado español?
El PP ha dicho que, si Euskadi fuera independiente, saldría del euro, no podría pagar las pensiones...
-Son frases hechas que responden al discurso del no argumento. Los responsables de la Unión Europea están haciendo grandes esfuerzos para tener cada vez más socios. Lo que están haciendo es ayudar a los países del entorno para que tengan las condiciones para incorporarse al club de la Unión Europea. ¿A alguien se le pasa por la cabeza que Euskadi, Catalunya o Escocia puedan salir de la Unión? Todo esto responde a la voluntad política. Todas las frases que dicen son para meter miedo, pero no dan un solo argumento serio.