Los policías atrincherados en el interior del edificio intentaron repeler al asalto con granadas aturdidoras, tras lo que frente a la comisaría apareció un grupo de un veintena de hombres armados con fusiles automáticos que comenzaron a disparar al aire.

Varios activistas han entrado en el edificio para exigir al jefe de la policía de Lugansk que presente su dimisión, según informan las agencias locales.