Kiev - La mayoría rusa del puerto ucraniano de Sebastopol, en la península de Crimea, se atrinchera por temor a la llegada de extremistas de Kiev, a los que acusan de usurpar el poder. "En Kiev, los extremistas han tomado el poder. Debemos defendernos, ya que la Policía no puede hacerlo. Por eso, hemos creado milicias y patrullas populares", aseguró por teléfono un representante del partido El Bloque Ruso.
Las patrullas han establecido puestos de control en los accesos a la ciudad y movilizado a sus partidarios para proteger iglesias ortodoxas, escuelas, viviendas y monumentos, dijo la fuente del partido, que cuenta con sólo seis diputados en el Parlamento local.
Dmitri, como se identificó este representante, aseveró que los "patriotas" que integran las milicias no estás armados, como sí ocurría con los grupos radicales que se enfrentaron la pasada semana a los antidisturbios en la capital del país.
En cuanto a las multitudinarias manifestaciones prorrusas que se celebran diariamente en Sebastopol desde la destitución del presidente, aseguró que son exclusivamente pacíficas. "Nos preocupa la usurpación del poder. Desde entonces, la anarquía reina en las calles de Ucrania. Guerrilleros armados roban a la gente y persiguen a los opositores. Las fuerzas de seguridad no quieren ni pueden frenar a los nacionalistas radicales", dijo.
Putin ordena la alerta En la contraofensiva rusa el presidente Putin ordenó ayer la puesta en alerta de las unidades militares en el oeste y centro del país para verificar su disposición combativa. Un hecho que el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, desvinculaba de la situación en Ucrania. Aunque reconoció que los ejercicios tendrán lugar cerca de las fronteras de otros países, incluido Ucrania, subrayó que el principal objetivo es comprobar la capacidad de combate de las Fuerzas Armadas. Además, destacó que Rusia toma las medidas necesarias para garantizar la seguridad de sus bases en el extranjero, incluida la base naval que se encuentra en el puerto de Sebastopol.
Poco después de llegar al poder, el ahora cesado presidente ucraniano Viktor Yanukovich, prorrogó hasta 2042 la presencia de la flota rusa del mar Negro en Crimea, que expiraba en 2017, lo que provocó entonces protestas opositoras. Además, según Shoigú, también se pusieron en estado de alerta el 2º Ejército de la circunscripción militar Centro y los mandos de la Fuerza Área, las Fuerzas Aerotransportadas, la Aviación Estratégica y de Transporte.
Un nuevo movimiento ruso en el tablero geopolítico es la suscripción de acuerdos sobre la instalación de bases militares -cerca de EE.UU.- en Cuba, Venezuela y Nicaragua, entre otros estados, informó el ministro de Defensa. De acuerdo con Serguéi Shoigú, Rusia está negociando instalar sus bases militares con Cuba, Venezuela, Nicaragua, Seychelles, Singapur y otros Estados. Esta sería la respuesta de Moscú a la ampliación del escudo antimisiles hasta la frontera ucraniana.
En el otro bando, los ministros de Defensa de la OTAN mostraron ayer su apoyo a la soberanía, independencia e integridad territorial de Ucrania y subrayaron que su estabilidad y compromiso con la democracia es "clave" para la seguridad euroatlántica. Los ministros aprobaron ayer una declaración en la que defienden que, en línea con la carta de "asociación distintiva" entre la OTAN y Ucrania, los países aliados "seguirán apoyando la soberanía e independencia, integridad territorial, desarrollo democrático y principio de inviolabilidad de fronteras de Ucrania".
En Kiev, el ministro del Interior en funciones de Ucrania, Arsén Avákov, anunció ayer la disolución del cuerpo de policía antidisturbios Berkut Águila, empleado en la represión de protestas populares que provocaron la caída del régimen de Viktor Yanukokich. "Los Berkut no existen más. He firmado la orden Nº 144, con fecha 25 de febrero de 2014, para la liquidación de las unidades especiales de la policía de seguridad ciudadana Berkut", escribió la pasada madrugada el responsable interino de Interior en su página de Facebook.
El partido nacionalista Svoboda (Libertad) había presentado este domingo un proyecto de ley para disolver el cuerpo antidisturbios, responsable de la mayoría de las muertes durante los sangrientos enfrentamientos de la semana pasada en Kiev, que se cobraron 82 víctimas mortales y casi 700 heridos.
A finales del año pasado los destacamentos Berkut, que no tienen un mando unificado sino que subordinan a las delegaciones regionales del Ministerio del Interior, contaban con unos 4.000 efectivos. Los Berkut, conocidos como boinas rojas, fueron creados en 1992 sobre la base de las fuerzas especiales de la policía de la Ucrania soviética. - Efe/Agencias