Vitoria. "Emanciparse sigue siendo una meta casi inaccesible, una utopía para la mayoría de la juventud", afirmó ayer Sheyla Suárez, responsable de la Comisión Socioeconómica del CJE, que junto al sociólogo Joffre López presentó un informe en el que el País Vasco figura como la comunidad en la que los jóvenes tienen más difícil acceder a una vivienda y lograr su emancipación. Los datos del Consejo de la Juventud relativos al primer trimestre de 2013 revelan que la CAV registra la tasa de emancipación más baja de todo el Estado entre los menores de 30 años, ya que solo el 18,5% de los jóvenes está residiendo fuera de su hogar de origen. Este porcentaje es un 20% inferior al que se registraba hace un año, está casi dos puntos por debajo de la media estatal y en la práctica supone que ni siquiera dos de cada diez jóvenes vascos logra vivir por su cuenta.
La crisis económica, el aumento del desempleo y la precariedad laboral, unidos al hecho de que el País Vasco tiene uno de los mercados inmobiliarios más caros del Estado, están dificultando y retrasando lo que el Consejo de la Juventud denomina "procesos de transición hacia la vida adulta". Este fenómeno es prácticamente general y también se refleja en los flujos migratorios y la ocupación juvenil, pero se agudiza en el caso de la CAV porque aquí las condiciones de acceso a una vivienda son más duras. El informe destaca que el mercado inmobiliario vasco presenta unos precios de compra y alquiler "todavía muy elevados" y que en la CAV el 63,8% de la población menor de 30 años no percibe ningún salario "por lo que sus posibilidades de poder comprar o alquilar una vivienda son prácticamente nulas".
Ganar más Teniendo en cuenta los ingresos medios que perciben los jóvenes que están trabajando -en la CAV la tasa de empleo de los menores de 30 años es del 36,2%, cerca de 3 puntos porcentuales superior a la media estatal- el informe establece que un hogar joven (de 16 a 29 años) debería tener unos ingresos un 75,64% superiores a los actuales para poder acceder a la compra de una vivienda libre sin riesgo de incurrir en sobreendeudamiento, mientras que un asalariado joven debería ganar más del doble de lo que ingresa actualmente -un 161,21% más- para afrontar la adquisición de una casa. Esa insuficiencia económica se da a pesar de que el nivel medio de ingresos de los hogares jóvenes del País Vasco es el segundo más alto del Estado y alcanza los 23.649 euros anuales entre 16 y 29 años (4.800 euros más que la media estatal) y los 29.132 euros entre 30 y 34 años (5.900 más).
El salario medio de los jóvenes vascos menores de 30 años es de 15.171 euros anuales, frente a los 13.659 euros del conjunto del Estado. Sin embargo, el precio medio de la vivienda en el mercado libre de Euskadi es uno de los más elevados y asciende a 255.470 euros para la compra y a 747,15 euros mensuales para alquiler.
Según el Observatorio de Emancipación, el acceso a una vivienda en la CAV exige unos ingresos mínimos anuales de 41.537 euros (3.461 euros al mes), una cifra que supera ampliamente la media estatal (24.697 euros anuales). Sheyla Suárez explicó que "los ingresos mínimos necesarios para comprar una vivienda libre superan un 80,81% el sueldo medio de una persona joven de entre 16 y 29 años y, en cuanto al alquiler de una vivienda libre, el salario de una persona de 30 a 34 años en España sólo permitiría alquilar en Extremadura y Castilla la Mancha, donde la oferta de alquiler, en comparación con la población joven que albergan estas comunidades autónomas, es bastante reducida".
Menos paro El Consejo de la Juventud constata que la situación laboral actual de los jóvenes "refleja una fuerte precariedad y vulnerabilidad", mientras que el desempleo afecta a cerca del 45% de la población activa menor de 30 años. En el País Vasco el escenario es algo mejor y la tasa de desempleo entre los jóvenes es del 19,1%. En la CAV hay 142.623 personas de entre 16 y 29 años activas (93.370 ocupadas y 49.253 paradas) y 115.035 inactivas.
El informe del Consejo de la Juventud también revela que Euskadi es la segunda comunidad autónoma que, en términos relativos, más población joven ha perdido, aunque este saldo migratorio negativo se debe básicamente a que muchos jóvenes extranjeros han decidido abandonar el País Vasco. De hecho, mientras en el conjunto del Estado el saldo migratorio con el extranjero es positivo entre los jóvenes de 16 a 29 años (147.053 emigraron y 160.198 llegaron), en la CAV hubo 4.541 salidas más que llegadas. Además, de los 11.229 jóvenes que se fueron del País Vasco hacia el extranjero, sólo 147 eran de nacionalidad española, lo que hace suponer que muchos inmigrantes han decidido retornar.