Bilbao. A medida que la crisis hunde la demanda interna en el Estado, aumentan las voces que piden que la CAV reduzca su dependencia de un mercado español en crisis, en el que cada vez resultaría más complicado colocar sus productos. Para suplir esa carencia, proponen que Euskadi siga abriéndose a los mercados internacionales. En ese cometido, el Gobierno de Iñigo Urkullu cree que lo vasco tiene posibilidades gracias a los ratios positivos de Euskadi en renta per cápita o desarrollo humano, que la presentarían como un país atractivo y que allanarían no solo su implantación en el exterior, sino también la atracción de inversiones o turistas a suelo vasco. El cese definitivo de ETA, asimismo, podría multiplicar ese efecto positivo y presentar a la CAV como un territorio "amigable". Con esos argumentos bajo el brazo, el Ejecutivo presentó ayer en el Kursaal donostiarra la marca Basque Country en la creencia de que ayudará a reactivar la economía y el empleo. Lakua invertirá 120 millones en cuatro años para impulsar esa estrategia.

El lehendakari Iñigo Urkullu, la secretaria general de Acción Exterior, Marian Elorza; la consejera de Desarrollo Económico, Arantza Tapia, y su homóloga en Educación, Política Lingüística y Cultura, Cristina Uriarte, se encargaron de abordar las distintas vertientes de la marca. Frente a quienes entrevén una finalidad eminentemente identitaria en la política exterior vasca, y frente a quienes proponen incluso suprimir las delegaciones en suelo internacional, el Gobierno ha dejado patente en las últimas semanas que esa internacionalización persigue, ante todo, contribuir a la recuperación económica. El mes pasado, de hecho, Lakua anunció la apertura de una nueva oficina comercial en Alemania que, junto al Estado francés, es precisamente el principal cliente de las empresas vascas al recibir un 14,2% de sus exportaciones.

Acción multisectorial No obstante, el lehendakari dejó ver ayer que esa estrategia de internacionalización será más ambiciosa y aspirará a implicar a todas las instituciones y agentes económicos, sociales, culturales o educativos. La explicación sería sencilla, si se tiene en cuenta que el Gobierno no solo pretende que las empresas se sigan abriendo al exterior, sino que la imagen de Euskadi atraiga, a su vez, importantes inversiones o turistas a suelo vasco. En ese campo, Urkullu expuso como activo que el vasco sea el país con mayor concentración de estrellas Michelin en todo el mundo, o que la superficie arbolada ocupe el 53% del territorio. Además, citó que Euskadi se encuentra a la cabeza de Europa en esperanza de vida, con 82 años. Esos datos figuran en la carta de presentación que ya ha preparado el Gobierno, y que recoge también el PIB industrial de Euskadi. Con un 26%, se sitúa 7 puntos por encima de la media europea.

Quienes apuestan por disponer de un sello propio frente a la Marca España exhiben precisamente esas cifras, que podrían presentar a Euskadi como una marca más fiable mientras los mercados siguen sin confiar al cien por cien en el Estado. Una muestra de esa brecha podría hallarse en que, mientras Bruselas sigue torciendo el gesto ante el sistema financiero estatal, inversores alemanes y estadounidenses han adquirido en los últimos meses cédulas hipotecarias de Kutxabank.

Para activar su estrategia integral, Lakua pretende articular su acción en torno a la SPRI -que opera en el ámbito económico e industrial-, el Instituto Etxepare -centrado en la difusión de la cultura vasca y el euskera-, el turismo y las relaciones institucionales. En ese terreno, Uriarte destacó que Euskal Herria "no se entiende sin su lengua y su cultura". "Las personas hacen cultura, y la cultura nos hace personas", agregó, antes de citar al Museo Guggenheim y al Festival Internacional de Cine de Donostia como los dos activos "más destacados". Marian Elorza se refirió a la intención del Gobierno de "ser parte de la construcción de Europa, y de tener voz en las decisiones que se tomen". Tapia, por su parte, destacó que la marca Basque Country "se está abriendo al mundo", apostó por empujar "el turismo profesional y enogastronómico", y anunció además la próxima apertura de una oficina en Singapur que Lakua intentará convertir en una puerta al sudeste asiático.

Urkullu quiso hacer hincapié en el componente económico, y explicó que los 120 millones que invertirá Lakua en la internacionalización buscan estimular la reactivación y el empleo. "Esta es la orientación para los 70 puntos del globo en los que Basque Country tiene una presencia asociada al Gobierno Vasco. Sabemos que abriéndose al exterior es como se fortalecen las empresas vascas. Sabemos de la necesidad de diversificar mercados, de lograr nuevos socios estratégicos, de apostar por la innovación", recalcó. El lehendakari también recordó las medidas ya puestas en marcha por su equipo, como la aprobación de una partida de 4,4 millones para fomentar los contratos de jóvenes en empresas vascas ubicadas fuera de la CAV.