memoria histórica sí, pero respetando a todas las partes. Reparación a las víctimas sí, pero las de todas, del presente y del pasado.

Está bien que por fin hayan constituido la Ponencia de Paz y Convivencia en el Parlamento de Gasteiz. Ahora solo les queda empezar a trabajar conjuntamente, dejando atrás demagogias baratas y comprometerse a aplicárselo en la actividad de todas y cada una de las formaciones políticas representadas en la Cámara vasca. Parece fácil pero no lo es, ya que llevar hasta sus últimas consecuencias un teórico acuerdo para la paz y la convivencia implica también un profundo cambio en el sistema de valores personal y colectivo. Por eso es interesante ese grupo de trabajo parlamentario. Además, es lo que debemos exigir que hagan, que para eso les hemos elegido. Para volver a decir que ETA es una organización terrorista, que sus víctimas merecen recuerdo y respeto o que debe disolverse? que no tarden mucho. Eso ya lo sabemos y no sería suficiente.

¿Qué pasa con el terrorismo de Estado? Si no se aclara todo lo referente al GAL y a otras víctimas policiales, si no se exige al Estado español y al PSOE -que estaba entonces en el Gobierno de Madrid, o sea, que asuma su responsabilidad- también nos parecerá que cierran en falso contra el derecho de sus víctimas. A mí me gustaría que fueran más allá, que sirviera para empujar a hacer un recorrido moral a quienes han defendido la violencia, que se alcanzara un compromiso general en conciencia con los necesarios principios éticos de respeto a las ideas que, junto a la honradez y el esfuerzo por el interés común, deben guiar la actividad política, sean de la sigla que sean.

Muy al contrario de las afirmaciones que hacía el otro día el recién estrenado presidente de una de las formaciones que, por fin, participará y que defendió que lo ético había que dejarlo fuera de la política. Craso error dialéctico o inaceptable posición. Y es que la política debe guiarse por valores y principios morales. Si no, no hay remedio.

Sería buen momento también para que, de una vez por todas, se produzca el reconocimiento y reparación al sufrimiento que comenzó hace 77 años aquel militarote fascista, para lo que el Estado español deberá pedir perdón al pueblo vasco por todos los atropellos que sufrieron nuestras familias. Mucha democracia. pero siguen sin hacerlo.

Me permitirán que termine estas líneas mirando a Bermeo para enviarles afecto, ya que ánimo no les ha faltado nunca. Mundakatik, negarrak itxitxen dost begi bietatik. Zeitxik negar egin? Zeruan izarra dago itxaso aldetik.