Pamplona. Tradicionalmente comedido en sus declaraciones públicas, Alberto Catalán rompió ayer con su prudencial indefinición dialéctica para responder a Yolanda Barcina. Molesto con los reproches de la presidenta del partido, que en los últimos días le ha acusado de actuar con "ambición personal" por la presidencia de UPN y de ser el responsable de que ambos sectores no hayan logrado cerrar un acuerdo, el presidente del Parlamento quiso aclarar que ha sido su compañera de partido la que ha impedido una lista unitaria. "Sus últimas declaraciones -en las que reclama un nuevo acuerdo "más sólido-" lo que vienen a evidenciar es quién había roto el acuerdo, un acuerdo que, por cierto, fue alcanzado con testigos. Eso también es importante tenerlo presente", enfatizó ayer Catalán, que dijo que no le extraña que la crisis abierta en UPN "esté empezando a cansar" a la gente, cuando lo que hay que hacer es "centrar las fuerzas en superar la crisis económica".

No obstante, quiso dejar muy claro que no hay una ambición por el poder, "al menos por mi parte", en referencia a su anuncio de disputar la presidencia a Barcina. "Soy una persona generosa que busca sobre todo la unidad y, más, en la formación política en la que milito desde hace 27 años, porque, además, yo creo que es una reclamación que hacen los propios afiliados", argumentó el presidente del Parlamento.

Comité de listas Catalán negó además que la presidencia del comité de listas fuera un obstáculo para el acuerdo, como han asegurado algunos colaboradores de Barcina. "Lo digo sinceramente, aquí no se ha hablado nunca de un comité de listas, como se ha querido pretender. Cuando salió en algún medio de comunicación ya desmentí, incluso a la propia Yolanda Barcina, que yo no había hablado de eso y, que si ese era el problema, no había problema", señaló.

Sobre la situación del partido, aseguró que su candidatura "no es una cuestión nueva, de última hora, de hace cuatro días". De hecho, recordó que "algunas personas" ya lo dijeron por escrito, "en un informe de hace más de un año, dirigido tanto a la presidenta como al secretario general del partido" sobre la necesidad de "dinamizar el partido".

Según Catalán, las últimas declaraciones de Barcina revelan que no se creía en ese acuerdo. "Rompe el acuerdo cuando dice que se pierde la confianza en Catalán y, en lugar de cerrarlo ya de manera definitiva, se va dilatando en el tiempo. Sobre todo con una serie de comportamientos que vienen a demostrar que no se quería cumplir, o que se quería cambiar", explicó Catalán, en referencia a que la presidenta recabó información de todos los afiliados antes de que el vicepresidente anunciara su candidatura.

De esta forma, negó que esta sea "una cuestión de poder", sino que se trata de "saber las responsabilidades dentro del partido en un momento puntual, cuando coincide la presidencia del partido con la presidencia del Gobierno, como hacen otros partidos". "Hay que hablar y habrá que ver con qué matizaciones o qué aclaraciones hay que hacer. Yo no estoy cerrado a que se hagan matizaciones", señaló el vicepresidente, que admitió que no hacerlo "sería un error por parte de una persona que lleva 27 años afiliado a este partido". "Es cuestión de hablar poco y hacer mucho", reclamó.