Vitoria, 21 nov (EFE).- El actual Gobierno Vasco socialista y el PNV se han acusado mutuamente de la suspensión de la reunión convocada hoy para organizar el traspaso de poderes al nuevo Ejecutivo autonómico que liderará Íñigo Urkullu.

La cita estaba prevista esta misma mañana en dependencias del Gobierno Vasco de Vitoria y a ella iban a asistir la portavoz del Ejecutivo en funciones, Idoia Mendia, y el secretario general de la Presidencia, Manu Salinero, y por parte del PNV los dirigentes Joseba Aurrekoetxea, Koldo Mediavilla, Pilar García de Salazar y el parlamentario Ricardo Gatzagaetxebarria.

Sin embargo, a primera hora se ha sabido que los representantes del Gobierno Vasco socialista han llamado al PNV para desconvocar la cita al entender que "no se daban las circunstancias para ello".

El motivo del desencuentro radica en que los socialistas consideran "claramente malintencionada" la actitud del PNV por haber filtrado a medios de comunicación que el Ejecutivo saliente iba a comprometer supuestamente un gasto por valor de 640 millones de euros antes de la toma de posesión del nuevo Gobierno en la segunda quincena de diciembre, información que han calificado de "tergiversada, cuando no falsa".

El PNV por su parte entiende que ha sido el Gobierno Vasco el que ha roto la confianza que requería esta cita al querer atribuirle la decisión sobre si pagar o no la extra de Navidad a los 70.000 funcionarios vascos.

Los representantes del Ejecutivo de Patxi López Idoia Mendia y Manu Salinero han ofrecido una rueda de prensa en la que han afirmado que las adjudicaciones citadas por el PNV están relacionadas con gastos que hay que hacer "sí o sí", como la compra de chalecos antibalas para los ertzainas, los servicios de vigilancia de los palacios de Justicia o el pago de los salarios al personal investigador.

Además, a juicio de los socialistas no es entendible que el PNV pida cuentas sobre contrataciones de servicios de la Administración, mientras que se niega a hacer pública su opinión sobre si se debe o no pagar la extra de Navidad a los funcionarios públicos.

El PNV por su parte ha acusado al Gobierno Vasco del PSE-EE de haber roto las condiciones de discreción y confianza que requiere un traspaso ordenado de poderes.

El primero en hablar ha sido el presidente del PNV y futuro lehendakari, Iñigo Urkullu, quien ha exigido al Gobierno Vasco en funciones que cese las adjudicaciones que comprometerían "no sólo al próximo año sino a los siguientes".

Además, ha dejado claro la decisión de pagar la extra de Navidad compete al actual Gobierno, al que ha instado a "no mandar la pelota al tejado de otros".

Poco después, la ejecutiva del PNV ha difundido una nota de prensa en la que ha acusado al Gobierno Vasco de querer atribuir a este partido la "presión pública" de decisiones como la paga extra a los funcionarios que "por el momento no le corresponde acometer".

La dirección del PNV ha exigido que cesen las adjudicaciones a futuro y ha advertido, incluso, de que "cualquier extralimitación en tal sentido podría ser tenida en cuenta de cara a exigir las responsabilidades personales que hubiere en cada caso".

Sin embargo, tanto el PNV como el Gobierno Vasco actual han dicho estar dispuestos a un "diálogo constructivo" y a mantener nuevos contactos para fijar una nueva fecha para dicha reunión, que los socialistas quieren que sea discreta y discurra en un clima de confianza.

En ella estarán sobre la mesa asuntos como el grado de ejecución presupuestaria y conflictos judiciales pendientes entre Euskadi y el Gobierno central como el copago farmacéutico, la atención a inmigrantes y los recortes en Sanidad y Educación. EFE