Iruñea. Jesús Pejenaute, consejero de Politicas Sociales del Gobierno de Navarra, presentó ayer su dimisión a Yolanda Barcina, la presidenta foral, que la aceptó de inmediato. "Con esta decisión quiero evitar que las falsas denuncias e injurias realizadas contra mi persona perjudiquen a la presidenta Barcina y al Gobierno del que he tenido el honor de formar parte", afirmó el ya exconsejero mediante una carta pública difundida por el propio Gobierno navarro. Era la primera vez que se refería al asunto desde que el colectivo Kontuz denunció el pasado viernes que Pejenaute había intentado blanquear 180.000 euros en billetes de 500 durante su etapa como subdirector de Caja Navarra en el año 2007.
No tenía otra salida. Se había quedado solo. Ningún compañero de Gabinete, ni siquiera la presidenta que lo nombró hace tan solo cuatro meses, salieron en su defensa. La presidenta, que el viernes se remitió a la denuncia presentada por su consejero contra Kontuz, seguía ayer sin mencionar públicamente el asunto del presunto blanqueo. Tampoco lo han hecho sus compañeros de partido, que habían optado por el silencio en espera del inevitable desenlace.
Sin apoyos dentro del Gobierno ni fuera de él, la huida hacia adelante iniciada el viernes apenas ha tenido 48 horas de duración para Jesús Pejenaute, quien el viernes denunció en el juzgado de guardia las acusaciones contra el vertidas. De nada ha servido la negación del propio Pejenaute, que todavía el sábado mantuvo la agenda oficial prevista. Tampoco la denuncia ni las justificaciones realizadas ante la fiscalía. La dimisión se había convertido en el único cortafuegos posible para hacer frente a un escándalo que amenazaba al propio Ejecutivo foral de Barcina.
Una polemica que crece Con las estrecheces económicas actuales y en vísperas de presentar un presupuesto restrictivo, un consejero sospechoso de haber intentado defraudar a Hacienda aprovechando su alta responsabilidad resultaba insostenible. Y menos en un departamento tan sensible a los recortes como Bienestar Social. Mantener a Pejenaute dejaba sin credibilidad cualquier nueva medida fiscal, incluida la lucha contra el fraude, así como medidas ejemplarizantes como la reducción del Parlamento de la que Barcina ha querido hacer bandera, y que pese a todo quedan ya muy dañadas.
Así lo habían entendido algunos de los principales dirigentes de UPN, que desde el mismo viernes habían abogado internamente por la dimisión del consejero. Un sentir que se hizo general dentro de la formación regionalista con la publicación el sábado de varios correos electrónicos en los que se detallaba la actuación de Pejenaute entre el 19 y el 22 de febrero de 2007, y que los propios empleados de Caja Navarra calificaban de "muy grave", "irregular", "vergonzoso" y "triste". Demasiado ya para Barcina, miembro de la Comisión de Control de CAN cuando se produjo la presunta irregular actuación de Pejenaute, y que ha acabado por forzar la dimisión del que fue su asesor personal solo cuatro meses después de su nombramiento.
Jesús Pejenaute deja el cargo solo cuatro meses después de su nombramiento.
Los grupos de PSN, NaBai y Bildu en el Parlamento navarro afirmaron ayer que la dimisión de consejero revela la "debilidad" del Ejecutivo, mientras UPN valora el "ejercicio de responsabilidad" realizado por Pejenaute.
El ya exconsejero en primer término con la presidenta navarra, Yolanda Barcina en segundo plano. Foto: Javier Bergasa
"Quiero evitar que las falsas denuncias perjudiquen a Barcina y al Gobierno"
Jesús Pejenaute
Consejero dimisionario
"Ha dimitido por el bien de los ciudadanos y por no poner en jaque al Gobierno"
Sergio Sayas
Secretario de Comunicación de UPN