Madrid. El príncipe de Asturias se mostró ayer convencido de que Catalunya "no es un problema" e hizo un llamamiento a los responsables políticos para que contribuyan a "rebajar la tensión" de los últimos días.
En una conversación informal con periodistas durante la tradicional recepción en el Palacio Real con motivo del Día de la Fiesta Nacional, subrayó que la tensión actual deben resolverla "con responsabilidad" los políticos.
Eso sí, la Corona, como ha hecho hasta ahora, está dispuesta a contribuir también con responsabilidad a la búsqueda de una solución, dijo, si bien reconoció que el ambiente preelectoral no favorece esta tarea de rebajar la tensión. Preguntado por el aparente aumento de los ciudadanos catalanes que defienden la independencia, el príncipe subrayó que Catalunya es una sociedad muy plural y señaló que él confía más en la Cataluña "real" que en toda esta "espuma" de imágenes y declaraciones que en los últimos días están dando la imagen de un territorio distanciado del resto de España.
En su opinión, en estos días estamos viendo manifestaciones de una parte de la sociedad catalana que no representa la totalidad de esa sociedad y apuntó que quizás entre los catalanes hay quienes aún no han encontrado unas siglas políticas con las que se identifiquen plenamente. El heredero de la Corona fue prácticamente el único que se mostró dispuesto a intercambiar impresiones con los periodistas sobre la deriva soberanista en Catalunya. Al rey también se le preguntó, pero desvió la pregunta. "¿Sevilla?", respondió con guasa a un periodista que quería conocer su opinión al respecto. "No me vais a sacar una palabra", dijo en otro momento.
Ni el presidente del Gobierno ni sus ministros, con la excepción del ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, quisieron hacer declaraciones sobre Catalunya. Tampoco el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba.
conversación sobre wert Por su parte, el rey aprovechó el desfile de la Fiesta Nacional para hablar con Rajoy sobre las polémicas declaraciones del ministro de Educación, José Ignacio Wert, en las que defendía la necesidad de "españolizar a los alumnos catalanes". Al finalizar el desfile y tras despedirse de las autoridades, el rey buscó a Rajoy, al que cogió del brazo y se lo llevó aparte.
Al principio junto a ellos se encontraban el príncipe y el ministro de Defensa, Pedro Morenés. Sin embargo, en un momento el rey se giró hacia Rajoy y le dijo unas palabras. En sus labios se podía leer que le decía "lo de españolizar a los catalanes". Tras estas palabras, Rajoy esbozó una media sonrisa y se encogió de hombros. La conversación entre ambos continuó un par de minutos, en los que se pudo ver al Rey dirigiéndose a Rajoy y éste gesticulando con gesto serio en algún momento. Al inicio del desfile, cuando el monarca saludó a los ministros del Gobierno, al llegar a Wert se detuvo un momento y le dijo unas palabras que provocaron una sonrisa en el ministro de Educación. Por su parte Wert afirmó ayer sentirse "orgulloso" y "respaldado" por el resto del Gobierno.