Vitoria. Constitución y más Constitución. Y, además, como respondió ayer la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, la decisión del "conjunto del pueblo español". El Ejecutivo de Mariano Rajoy insiste en poner pie en pared ante las reivindicaciones planteadas por el president de la Generalitat, Artur Mas. Las espadas siguen en alto ante el anuncio hecho ayer por el portavoz del Ejecutivo catalán, Fancesc Homs, en el sentido de que, tras el no categórico de Rajoy a la pretensión de un pacto fiscal similar al Concierto vasco, están trabajando en las posibilidad de adelantar las elecciones y, después, plantear en el Parlament la creación de un Estado propio.
En la habitual comparecencia posterior al Consejo de Ministros de los viernes, la portavoz del Gobierno repitió argumentos, para advertir de que "decisiones de esa naturaleza" requieren una reforma agravada de la Constitución, lo que significa la aprobación por las dos terceras partes del Congreso y el Senado, la convocatoria de elecciones generales y la ratificación de las Cortes Generales que hubieran salido de las urnas. Finalmente, acentuó, sería necesario como último requisito preguntar al "conjunto del pueblo español".
"Lo que dicen las leyes y la Constitución es que decisiones de esta naturaleza solo pueden tomarse por quien es el titular de la soberanía, que es el conjunto de la nación representada por las Cortes. Y para declaraciones de este tipo ni siquiera solo las Cortes Generales sino la totalidad del pueblo español, decidiendo una reforma constitucional agravada que requiere preguntar al conjunto del pueblo español", insistió la vicepresidenta. "Hay que ser más prudentes en afirmaciones de esa naturaleza" porque el Gobierno se ha comprometido a "cumplir la ley y a hacerla cumplir", aseveró Sáenz de Santamaría, sin adelantar las fórmulas que utilizaría el Gobierno español llegado el caso. Insistió en que, en la reunión del pasado jueves en La Moncloa, Mariano Rajoy trasladó a Artur Mas que "no era posible" el pacto fiscal y le expresó su "serena oposición al Concierto" que plantea la Generalitat. En este punto, la portavoz del Gobierno, adelantó la intención del presidente del Gobierno español de reformar durante esta legislatura la financiación económica de las comunidades autónomas, proceso al que invita a sumarse a Catalunya, según precisó. Aunque no aclaró en qué sentido irá dicha reforma, Sáenz de Santamaría manifestó que el PP no apoyó el sistema ahora vigente y que muchas comunidades no están de acuerdo con él.
cohesión social La vicepresidenta descartó anticipar los criterios sobre los que se regirá la reforma del modelo, porque, dijo, primero habrá que evaluar el actual, analizarlo, y ver qué problemas está generando que resulten contrarios a la "cohesión social". "Una vez que se tenga esa evaluación se podrá decidir cómo se corrige", zanjó. La cuestión se abordará en la Conferencia de Presidentes del próximo 2 de octubre.
Desde Roma, en donde se encontraba ayer Mariano Rajoy, el presidente del Ejecutivo español manifestó a los periodistas en un encuentro informal que, durante su reunión con Mas, este no le hizo mención a los términos independencia y Estado propio, ni le adelantó su intención de convocar elecciones. Asimismo declaró que solo hablaron del pacto fiscal e incidió en no se puede poner a la gente ante la tesitura de o lo tomas todo o o lo dejas.
"Paso firme" Las reacciones ante el portazo de Rajoy al pacto fiscal se siguieron sucediendo ayer. Destacan las reflexiones del líder de UDC y portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, que, lejos de toda ambigüedad, manifestó en su web que ahora la solución pasa por dar un "paso firme" hacia adelante que sea apoyado por toda la sociedad catalana
"Hay quien, dentro y fuera, ha pensado que el tsunami de nuestro 11 de septiembre se había llevado nuestro proyecto de país y nuestro estilo y manera de hacer. Al revés". "Tenemos la obligación, como decía el presidente Mas, de reflexionar y tomar decisiones", indicó Duran. Tras el no de Rajoy al pacto fiscal, "todo el mundo quería romperlo todo. No es hoy cuando debemos tomar decisiones, pero tampoco las debemos dejar para dentro de un mes", avanzó, en referencia a la posible convocatoria electoral. Ante ello, hizo un llamamiento a la valentía: "No nos debe entrar el pánico porque desde el Estado invoquen la Constitución que ellos tantas veces se han pasado por el forro". Desde el otro polo ideológico, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, advirtió de que el Estado reaccionaría y "haría cumplir la Constitución" si el Parlament plantea conseguir un Estado propio para Catalunya. Llegó a decir que convocar unas elecciones autonómicas en clave de plebiscito sería "ilegal". "El señor Mas no puede pretender llevar a Catalunya a unas elecciones para hacer después unas Cortes constituyentes y una declaración de independencia, en el inicio de la creación de un Estado propio", declaró.