Madrid. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, descartó ayer la posibilidad de que el Gobierno vuelva a subir el IVA y el IRPF en el Presupuesto del año 2013, al tiempo que confió en no tener que tomar medidas "tan duras" como las de los primeros meses de la legislatura para cumplir con el déficit.

Tras un almuerzo de trabajo con el presidente de la República francesa, Fraçois Hollande, Rajoy recordó que él no era partidario de subir el IVA y el IRPF y garantizó que, cuando pueda, hará lo posible para que la situación vuelva al lugar en el que estaba.

"He tenido que hacer cosas que no iban en mi programa", dijo, tras explicar que tuvo que aplicar estas medidas porque la realidad era la que era y, como presidente, debía tomar decisiones que sirvieran para que el país volviera a crecer en el futuro. De hecho, garantizó que nunca habría tomado estas decisiones en otro momento económico, pero no haberlo hecho habría sido "un gran error" que acabarían pagando todos los españoles. "Soy consciente de que son decisiones difíciles. Entiendo el descontento de la gente, pero ahora España lo necesita", dijo.

Así, recordó que España vive una situación "muy difícil", con una recesión, un alto nivel de desempleo y un déficit "muy importante". En ese contexto, según Rajoy, la primera obligación de un gobernante es "decir la verdad a la gente y tomar decisiones útiles para resolver los problemas del país". "España tiene un objetivo que es crecer y crear empleo", dijo Rajoy, tras recordar que estos parámetros son sinónimos de bienestar y riqueza, de ingresos para las administraciones públicas y mejoras en los servicios ofrecidos a los ciudadanos.

"difícil" tarea Este objetivo, según Rajoy, requiere ser "serio" y hacer muchas cosas a la vez, como abordar la "difícil" tarea de reducir el déficit desde el 8,9% registrado a cierre de 2011 al 6,3% pactado con Bruselas para este año. "Es difícil porque son 2,6 puntos en un momento de recesión con problemas de financiación importantes, pero lo vamos a hacer", aseveró. De la misma forma, resaltó la necesidad de seguir poniendo en marcha reformas estructurales y clarificar la situación del euro. En este sentido, resaltó una vez más la importancia de acabar con la fragmentación de los mercados que hace que unos países se financien a precios muy altos y otros "a cero".

Preguntado por las acusaciones al Gobierno de retrasar la petición de rescate por las elecciones que se celebrarán en Galicia y País Vasco, Rajoy volvió a insistir en que solo tomará la decisión cuando conozca "exactamente" lo que ofrece el Banco Central Europeo (BCE) y sin tener en cuenta en ningún momento las elecciones.

De hecho, aseguró que no ha oído ninguna acusación de este tipo, aunque, a su parecer, solo pueden venir de una "mente malévola". "No creo en las mentes malévolas. A estas alturas de mi vida lo único que me preocupa son los intereses generales de mi país", subrayó.

"determinación" Al principio de su intervención, Rajoy explicó que en el encuentro con Hollande repasaron las medidas que ha puesto en marcha desde que llegó al poder, porque demuestran que España tiene "determinación" y asume su responsabilidad europea con una estrategia consolidación "profunda" y una agenda de reformas "audaz y sin parangón".

Respecto a el fondo de rescate autonómico, dotado con 18.000 millones de euros, y cuyo depósito se ha reducido a menos de la mitad después de las peticiones de ayuda de Cataluña, Comunidad Valenciana y Murcia, Rajoy aseguró que será suficiente. "Yo ya sé lo que van a pedir las comunidades a lo largo del año", indicó, por lo que "no supone ninguna sorpresa lo que dijo Cataluña ni Valencia".