EL Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) encara hoy sábado un Pleno extraordinario con dificultades para alcanzar los doce votos que fuercen el cese de su presidente, Carlos Dívar, a cuenta de la polémica por los viajes que realizó con cargo al presupuesto de este órgano por valor cercano a los 28.000 euros. La propuesta de cinco vocales para instar su dimisión puede reunir el apoyo de entre siete y nueve consejeros de este órgano. Lo que está claro es que la presión de la carrera judicial para que Dívar dimita aumenta día a día y deja al presidente del Poder Judicial en una situación cada vez más insostenible. Según fuentes del Consejo, en los últimos días Dívar ha ido perdiendo apoyos incluso entre algunos de los vocales del sector conservador del órgano de gobierno de los jueces, que siempre ha respaldado a su presidente.

Otras fuentes de esta institución aventuran que la crisis abierta en el órgano de gobierno de los jueces podría no cristalizar hoy, sino el próximo jueves. Ese día, una vez transcurridos los actos de celebración del Bicentenario del Supremo, Dívar mantiene convocado un Pleno para debatir la "situación" por la que pasa el Consejo y algunos vocales apuestan porque ese será el momento en el que se produzca su dimisión.

Con independencia de la postura que pueda adoptar personalmente Dívar, en el Pleno se votarán dos puntos diferentes. Primero se estudiará la propuesta de Margarita Robles, Félix Azón, Inmaculada Montalbán y Carles Cruz, quienes instan su dimisión y, si no prospera, se votará lo solicitado por José Manuel Gómez Benítez, el vocal que denunció la existencia de los viajes ante la Fiscalía, que es la de promover su cese. Para que salga adelante esta última propuesta se precisa mayoría cualificada, es decir, el voto de un total de 12 de los 20 vocales que forman parte del CGPJ -descontando a su presidente-; mientras que para la primera basta una mayoría simple. No obstante, que un gran número de vocales apoyen esta iniciativa e insten a Dívar a dimitir no garantiza que vaya a hacerlo.

En este sentido, fuentes cercanas al presidente señalan que Dívar tiene como avales a su favor el decreto de la Fiscalía, que no vio delito alguno en su actuación, y la decisión del Tribunal Supremo de rechazar la querella presentada por un grupo de juristas contra él por posible estafa y malversación.

La resolución del alto tribunal, cuyos argumentos aún no son conocidos en espera de la notificación del auto, está respaldada por once magistrados de la Sala de lo Penal del alto tribunal frente a cuatro que han anunciado votos discrepantes.

Los vocales que han forzado la celebración del Pleno de hoy, todos ellos designados a propuesta del PSOE, esperan aunar hasta nueve apoyos a su propuesta. En todo caso, no está claro que obtengan el voto de todos los consejeros aupados por este partido y hasta el momento, además de los ya señalados, la única vocal que ha anunciado públicamente su apoyo a la propuesta de destitución ha sido Margarita Uría, nombrada con el aval del PNV. Por lo que se refiere a los vocales designados a propuesta del PP, verían con buenos ojos una marcha voluntaria de Dívar, al creer que su actual situación es ya "insostenible", si bien no acaban de decantarse porque su voto vaya dirigido a pedir su destitución.

Algunos de estos vocales forman parte de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), que ayer reconocieron que acogería con "desahogo" que el presidente del Consejo General del Poder Judicial presentara voluntariamente su dimisión para acabar con la "crispación" desatada a causa de la polémica suscitada por los gastos de sus viajes de largos fines de semana cargados al presupuesto del Consejo.

El portavoz de la APM Pablo Llarena explicó que la asociación no pide explícitamente el cese de Dívar por la "trascendencia" que tendría en el exterior de España y que da libertad a sus vocales para tomar la decisión que consideren oportuna en el Pleno extraordinario que el Consejo celebrará hoy para estudiar la petición de varios vocales de solicitar la salida de su presidente.

A la polémica hay que sumar la tensión generada en el CGPJ por el acto institucional convocado para el próximo lunes en el Supremo con motivo del bicentenario de creación de este órgano, al que tiene previsto asistir el rey Juan Carlos. Algunos vocales creen que la situación que rodea a su presidente no hace aconsejable que éste sea quien reciba al monarca en tal insigne ocasión.