Roma. El terremoto en la región de Emilia Romaña (norte de Italia) del domingo, causó un total de siete muertos y 47 heridos, obligó a la evacuación de 5.000 personas, ocasionó daños a la agricultura por valor de 200 millones de euros y destruyó importantes monumentos de la zona.

Estos datos oficiales fueron facilitados ayer por la Región de Emilia Romaña, un día después del temblor de tierra de 5,9 grados en la escala de Richter que sacudió esa zona italiana, en la que hasta ayer se registraron cerca de 180 réplicas, algunas con una magnitud que superó los 5 grados. El presidente de la región, Vasco Errani, pidió al Gobierno la declaración del estado de emergencia nacional, lo que estudiará hoy el Consejo de Ministros italiano. El subsecretario de la presidencia del Gobierno de Mario Monti, Antonio Catricala, quien se encuentra en la zona, dijo ayer que el Ejecutivo no abandonará a la región, tras reconocer que la situación "es seria" y muchos son los daños.

"Que en 2012 se desplomen naves construidas en los últimos diez años nos tiene que hacer reflexionar", dijo el jefe de Protección Civil, Franco Gabrielli, preocupado por la seguridad en las construcciones modernas.

El mal tiempo, con lluvia y frío, que reina en la región dificultó las tareas de ayuda a los vecinos de las localidades afectadas, sobre todo Mirandola, San Felice, Sant'Agostino y Finale Emilia, y la instalación de estructuras de campaña en centros deportivos y escuelas. Protección Civil informó de que está preparando cerca de 5.000 camas para cobijar a los casi 5.000 evacuados, de los que cerca de 1.300 viven en la provincia de Ferrara, unos 300 en la de Bolonia y el resto en la de Módena.

Muchos vecinos de las localidades afectadas prefirieron pasar la pasada noche en coches antes que dormir en sus casas, ante el temor a que las incesantes réplicas pudieran acarrear nuevos daños. Vasco Errani dijo ayer que la prioridad del gobierno regional es dar asistencia inmediata a los damnificados y verificar el estado de las viviendas para que puedan volver a sus casas lo antes posible. Así como verificar el estado de las escuelas, para que se reanuden lo más pronto posibles las clases, ya que se está a final de curso. Respecto a la cuantía de los daños en la agricultura, Coldiretti, la asociación de agricultores más importante de Italia, aseguró que aparte de edificios y maquinaría destruida y animales muertos, 400.000 quesos del famoso Parmigiano Reggiano y Grana Padano se han quedado inservibles.