Vitoria. No había más que darse una vuelta, ayer por la mañana, por el centro de Vitoria, para comprobar que el fenómeno expansivo del turismo que se vive de unos años a esta parte en la ciudad no sólo no pierde fuelle, sino que parece tener aún un margen de crecimiento. El puente del 1 de mayo ha llenado la capital alavesa de turistas que, atraídos por la celebración de la festividad del patrón del territorio, con la amenaza de la lluvia en la costa mediterránea, y acuciados por una crisis que no permite tomar aviones para cuatro días, se han decidido por conocer la Green Capital.
Los datos de ocupación de cuatro de los hoteles con mayor capacidad de la ciudad hablan a las claras del gran momento que vive el turismo en Vitoria, seguramente el mejor de su historia. La media de ocupación del Barceló Hotel Gasteiz, del Boulevard, del Ciudad de Vitoria y del NH Canciller Ayala ha sido del 76,4% entre el día de San Prudencio, 28 de abril, y ayer, 30 de mayo. Ya esta noche la ocupación cae a un 38,13% coincidiendo con el regreso a sus hogares de quienes han podido disfrutar de cuatro días de fiesta desde el viernes pasado.
En todo caso, y aunque en esta ocasión al atractivo de los parques del Anillo Verde, el Casco Viejo o los bares de poteo se ha sumado una celebración tan singular como la de San Prudencio -con unas campas de Armentia aceptablemente llenas de público, gran parte foráneo, pese al aguacero- el desembarco de turistas en el centro de la ciudad es tónica habitual cada fin de semana. No en vano, durante el año 2011 pasaron por la Oficina de Turismo de la capital alavesa 123.000 personas, cifra que iguala los datos de 2007 tras unos años de leves descensos.
Operadores turísticos, instituciones y hosteleros confían en que el galardón Green Capital dé un pequeño empujón más a un sector, el del turismo, que fue residual en la ciudad durante muchos años. Ahora la capital alavesa ha entrado de lleno en el circuito del turismo vasco que hasta no hace mucho tenía el Guggenheim, Donostia y la Rioja Alavesa no sólo como sus principales puntos de referencia, sino como prácticamente los únicos fuera del circuito de las casas rurales.
Vitoria ha aparecido en el mapa de las agencias de viajes por varias razones. La ciudad ha ido, poco a poco, dando a conocer su vocación verde, aún antes de obtener el premio europeo; la Catedral de Santa María ha permitido a propios y extraños descubrir un Casco Medieval único en Europa por su configuración urbana, y la hostelería ha sabido dirigir su oferta hacia el turista. Por otro lado, el fin del terrorismo ha terminado por romper el recelo que muchos potenciales visitantes sentían hacia Euskadi.
En todo caso, no se puede obviar que el crecimiento del turismo interior, y el aguante del turismo en general, es un fenómeno generalizado en el Estado. Por fortuna, ya que junto con el ladrillo era el gran sector que generaba dinero en el país y, frente al desplome de la construcción, hoteles, restaurantes, aviones, tour operadores, agencias y mayoristas aguantan el tipo y contribuyen a frenar, mal que bien, la hemorragia por la que se desangra la economía española.
Según datos del Banco de España publicados por Europa Press, el sector turístico y de viajes registró un superávit de 3.206,4 millones de euros en los dos primeros meses de 2012, lo que supone un aumento del 6,2% con respecto al alcanzado en el mismo periodo del año anterior.
Este resultado fue consecuencia de unos ingresos de 4.919,3 millones de euros de enero a febrero, un 1,7% que los 4.833,8 millones de euros de los dos primeros meses de 2011, y de unos pagos de 1.712,9 millones de euros, un 5,7% menos, frente a los 1.817,1 millones de euros de enero del año anterior.
En febrero, el superávit del sector alcanzó los 1.361,7 millones de euros, un 3,2% más con respecto al mismo mes del año anterior, como consecuencia de unos ingresos de 2.242,7 millones, los mismos que en febrero de 2011, y unos pagos un 4,6% más bajos, hasta 881 millones de euros, con respecto a los 924,4 millones realizados un año antes.
Hace una semana, en su último boletín, el banco emisor apuntó a "cierta moderación" en el ritmo de crecimiento de los ingresos nominales por turismo, teniendo en cuenta la información disponible de los principales indicadores del sector en el primer trimestre.
El Banco de España justifica esta ralentización en "el deterioro de las expectativas de crecimiento en los principales países emisores de turistas" hacia el Estado, que recibió un 2,6% más de turistas extranjeros en el primer trimestre, hasta casi 9,2 millones y un gasto medio diario que aumentó un 13,8%, hasta 108 euros.