Vitoria. El Departamento vasco de Educación se ha cargado de un plumazo varios de los equipamientos escolares más demandados por los alaveses bajo el pretexto de la falta de demanda. Con los datos de la matrícula del último curso así como del que arrancará en septiembre en la mano, el área que dirige Isabel Celaá ha decidido no seguir adelante con la construcción del instituto de Dulantzi y zanjar también la posibilidad de ampliar o trasladar a otro edificio las aulas del colegio Ramón Bajo.
Al parecer, el número de alumnos matriculados en este centro de cara al próximo curso no ha alcanzado las previsiones esperadas. De las 18 plazas disponibles de dos años se ha logrado ocupar 14, lo que para el Gobierno Vasco supone un motivo suficiente para cerrar el debate. "Ramón Bajo está todavía muy lejos de superar la línea", asegura la delegada de Educación en Álava, Marian Jáuregui.
El Departamento descarta, por lo tanto, cualquiera de las opciones planteadas para abordar la ampliación del citado centro educativo. No reformará la escuela en su actual ubicación, ni tampoco trasladará el colegio al Palacio-Escoriaza Esquível, tal y como proponen colectivos sociales y vecinales del barrio. Esta segunda actuación requeriría un acuerdo con el Ayuntamiento gasteiztarra, propietario del edificio, pero no parece que ninguna de las dos instituciones estén por la labor de iniciar un diálogo al respecto.
Pero no es el único proyecto que ha decaído bajo la excusa de la demanda. Según el Eustat, Dulan-tzi ha dejado de ser el municipio con la población más joven de Euskadi. Los vitorianos ya no huyen a esta localidad en busca de pisos más baratos, o no al menos en la misma medida que antes, y como consecuencia, el crecimiento experimentado hasta 2008 se ha visto frenado.
Para Educación, éste ha sido el pretexto perfecto para paralizar un proyecto muy demandado en esta localidad alavesa, la construcción de un instituto. Cabe recordar que ahora los estudiantes de Secundaria no tienen otra alternativa que la de desplazarse diariamente hasta la capital alavesa, y parece que así seguirá siendo, al menos por un tiempo. La consejera Isabel Celaá explicaba recientemente que este centro educativo ha dejado de ser una prioridad para su departamento tras constatarse una bajada en el número de nacimientos -42 en 2011 frente a los 63 de 2008-. Así pues, los 400.000 euros reservados a la construcción de este instituto serán destinados a otros usos, entre ellos, las obras del instituto Lakua, las del colegio público Mariturri o las del IES Badaia. "No pasa nada porque los alumnos pasen un año más en Ekialde, no es un drama", aseguraba en referencia a los jóvenes dulantziarras que reciben las clases de ESO y Bachillerato en Vitoria.
salburua Sin embargo, esa regla de tres, la de esperar a que aumente la natalidad para dar luz verde a los equipamientos educativos no parece cumplirse siempre. En este sentido, Salburua parece ser la excepción. Las 303 plazas ofertadas para el próximo curso en las aulas de dos años se han quedado cortas puesto que ha habido 326 demandantes. Es decir, 23 niños se han quedado sin plaza en las escuelas del barrio por lo que probablemente tendrán que buscar sitio en un centro educativo más alejado de sus casas.
De sobra conocida es la reivindicación planteada por los vecinos de Salburua, que ya desde que se inaugurara el primer colegio público, en enero de 2011, vieron la necesidad de un segundo. Los datos correspondientes a la prematrícula del curso 2012-2013 les han dado la razón. Pero Educación no se plantea tal posibilidad. La solución que ha puesto sobre la mesa, y que ya ha aplicado, ha sido la de elevar el ratio de las aulas, de forma que donde antes había 18 alumnos, ahora son 23. Eso sí, también hay más profesores por aula. A su juicio, la modificación del mapa escolar tal y como se ha hecho ha logrado "la satisfacción de las familias". "La propuesta definitiva ha sido seria, implacablemente democrática y corrige los desajustes que se venían observando durante los años anteriores", declaraba hace poco Celaá.