Vitoria. La cifra de interrupciones voluntarias de embarazo -procedimiento conocido en el argot técnico como IVE- protagonizadas por mujeres menores de 30 años arroja sorpresas en Álava. Con los datos correspondientes a 2010 en la mano -los últimos disponibles hasta la fecha- las autoridades municipales de Vitoria han detectado un insospechado incremento del 82% durante el citado ejercicio con respecto al año anterior. A pesar de tan rotundo aumento, los responsables del Observatorio de la Realidad Joven del Ayuntamiento realizan algunas matizaciones que ayudan a contextualizar la información. Señalan que, si bien la subida es "importante", "hay que decir que no es tan exagerada si lo comparamos con los datos de 2008", respecto a los cuales crece un 21,5%.
A lo largo de 2010, el número de mujeres jóvenes que han practicado IVE en Álava fue de 160. Aunque había sufrido un descenso en 2009, la cifra sube de nuevo con fuerza, "especialmente en el grupo de las más mayores, es decir, de las que tienen entre 25 y 29 años". El informe del Observatorio municipal puntualiza que del total de interrupciones practicadas en el territorio a lo largo de 2010, el 53% correspondieron a menores de 30 años. El documento destaca otro dato relevante, como es el cambio de tendencias en las edades. Si bien hasta 2009 el grupo de mujeres de entre 20 y 24 años acaparaba la mayor tasa de IVE sobre el total de la población, en 2010 la estadística cambia de rumbo y convierte al colectivo de entre 25 y 29 años en el mayoritario a la hora de practicar interrupciones. Le sigue, en segundo lugar, el de mujeres de 30 a 34 años.
En lo referente a las menores de 20 años, el análisis subraya que cada vez se realizan intervenciones en edades más tempranas. Los lugares en los que se informan de cómo y dónde proceder a la IVE son, fundamentalmente, los centros sanitarios públicos -55% en 2008, 60% en 2009 y 75% en 2010-.
Sin embargo, más de un año después de la aprobación y entrada en vigor de la Ley Orgánica de Salud Sexual y Reproductiva, que permite acceder a la IVE a las chicas de 16 y 17 años decidir libremente sin más requisito que su consentimiento y voluntad, "el volumen de interrupciones en estas edades no ha experimentado un cambio significativo". Los niveles relativos a estas edades se mantienen similares a 2008 con la salvedad de un ligero y puntual descenso durante 2009 entre las mujeres de 16 años.
Asexoría y psicoasesoría La Asexoría de Sexualidad para Jóvenes del Servicio de Juventud recibe constantemente consultas acerca de las IVE, aunque su volumen no es muy representativo con respecto al total de preguntas planteadas. Para las cuestiones relacionadas con interrupciones voluntarias del embarazo, las chicas recurren sobre todo a los centros de salud, pero eligen los recursos municipales para trasladar sus inquietudes en cuestiones tales como los temores en las relaciones, las disfunciones eréctiles de la población masculina, las dificultades en el deseo o las primeras experiencias sexuales.
Los temas de anticoncepción sí que ocupan un lugar destacado dentro de las consultas atendidas por la Asexoría, así como las relacionadas con infecciones de transmisión genital y las posibilidades de quedarse embarazada. "La Asexoría realiza una labor educativa y preventiva previa a la existencia de una situación que se desea atajar, como es la posibilidad de embarazo y la realización de IVE. Cuando se llega a esta situación, y normalmente ya se tiene la decisión tomada, la persona acude directamente al centro de salud", valora el Observatorio de la Realidad Joven.
En otro de los programas de atención a la salud de los jóvenes ofertados por el Servicio de Juventud, la Psicoasesoría, las consultas mayoritarias son las relacionadas con las dificultades psicopatológicas -45,26%-, seguidas de las dificultades de los jóvenes dentro del ámbito de sus relaciones -con la pareja, la familia y las amistades-. Los principales cuadros que se presentan son debidos a problemas de ansiedad y síntomas depresivos, especialmente en el colectivo de entre 25 y 30 años. La mayor parte de los usuarios de la Psicoasesoría son estudiantes, mientras que los de la Asexoría trabajan.