ROMA. La moldava así lo ha declarado al diario italiano "Corriere della Sera" tras ser contactada telefónicamente: "No soy la amante del comandante Schettino ¿Sabe usted por qué? Él muestra siempre la foto de su hija cuando era pequeña. Un hombre que quiere un amante no se comporta así".

Cemortan, de 24 años, subraya, además, que es falso que en el momento de la colisión el capitán estuviera con ella.

"En el momento del choque contra la formación rocosa había algunos oficiales en nuestra mesa en el restaurante del puente 3. Ese es el lugar en el que comen. Pero es falso que el comandante estuviera con nosotros. Había pasado antes y se había quedado una rato, pero no recuerdo la hora exacta", explicó la joven.

Asimismo, Cemortan, cuyo segundo idioma es el ruso, señala que después de que se fuera la luz tras el impacto, un oficial le pidió que le acompañara al puente de mando para traducir las instrucciones a los pasajeros, ya que a bordo del buque viajaban muchos turistas de nacionalidad rusa.

La joven atribuyó a esta circunstancia el hecho de que se encontrara en la sala adyacente al puente de mando, donde varios testigos la habían situado tras el accidente.

"Claro que me encontraba cerca de Schettino. Traducía lo que él me decía", afirma la joven, que considera que el capitán del Costa Concordia "es un héroe".

A este respecto añade: "Conmigo se comportó como un héroe. Yo creo que hizo todo lo posible. Estoy segura de que a medianoche estaba todavía en el puente de mando, porque fue a esa hora cuando nos dijo que nos fuéramos y abandonáramos la nave (...)".

Sobre por qué viajaba en el Costa Concordia, Cemortan explica que acababa de terminar unas prácticas como azafata internacional y quería disfrutar de un crucero como turista junto a sus amigos que trabajaban a bordo.

"El billete lo compré en Italia con mi dinero. Ahora déjeme tranquila, necesito tranquilidad, quizá hablaré más adelante", concluyó la joven.

Coincidiendo con las declaraciones de Cemortan ha sido difundido un nuevo vídeo rodado por uno de los pasajeros tras el accidente, en el que se ve cómo miembros de la tripulación tranquilizan a los viajeros, les aseguran que todo va bien y les piden que vuelvan a sus camarotes, pese a que en el buque ya estaba entrando agua.