PAMPLONA. En aquellos incidentes, un grupo de personas agredió a agentes de la Policía Municipal de Pamplona y arrojó botellas, una de las cuales alcanzó en la cabeza a un joven madrileño que, tras permanecer en la UCI varios días, perdió el habla y la movilidad en la parte derecha del cuerpo.
Los hechos, relata la sentencia, ocurrieron sobre las 11,40 horas del 6 de julio cuando varias personas se acercaron a un portal de la calle Calceteros para recoger una ikurriña de grandes dimensiones, con la intención de introducirla en la Plaza Consistorial en el momento del lanzamiento del chupinazo.
En el lugar se encontraba también un dispositivo de la Policía Municipal de Pamplona formado por policías uniformados y de paisano, que se acercaron para retirar la ikurriña.
El grupo de personas comenzó entonces a forcejear con los agentes, a los que lanzaron patadas y puñetazos y les insultaron, ante lo cual los policías usaron sus defensas reglamentarias, se indica en la sentencia.
Cuando los agentes consiguieron hacerse con la bandera, trataron de retirarse por la calle Calceteros, momento en que varias personas les lanzaron botellas, que impactaron contra varios de los policías, algunos de los cuales resultaron heridos, así como el joven madrileño, que recibió el impacto de una botella en la cabeza.
La magistrada absuelve a los tres menores acusados al considerar que no se ha acreditado su participación en los hechos.
En ese sentido, señala que los agentes que declararon como testigos no identificaron en ningún momento a los menores como los autores de los hechos y tampoco se les puede identificar en las imágenes aportadas en el juicio.