Vitoria. Una vez y no más. Tras comprobar el revuelo de sus palabras tras posicionarme por primera vez -con matices- contra la prórroga en la vida de la central nuclear de Santa María de Garoña, el diputado general de Álava, Javier de Andrés, eludió ayer volver a liderar el discurso contra la planta atómica. Quizás escarmentado tras situarse tibiamente la semana pasada junto a las tesis de su correligionario y alcalde de Vitoria, Javier Maroto -que ha aireado por activa y pasiva su postura contraria al complejo eléctrico burgalés, incluso en contra del criterio del partido al que ambos pertenecen (PP)-, el máximo responsable del Gobierno de la Diputación echó ayer balones fuera. Y lo hizo después de que una nueva protesta solicitara el pasado sábado que la institución que dirige lidere el posicionamiento social mayoritario de los alaveses contra el mantenimiento de la central más allá de 2013. Al respecto, De Andrés fue claro. A su juicio, es el Congreso de los Diputados "quien tiene capacidad de influir sobre el Gobierno central" en la materia.

En rueda de prensa celebrada tras el Consejo de Diputados, el gestor popular se refirió a la solicitud de la plataforma Araba sin Garoña para que la institución que gobierna "abandere" ante el Ejecutivo de Mariano Rajoy su rechazo a una posible ampliación de la vida útil de la central nuclear del castellano Valle de Tobalina. En ese punto, De Andrés rechazó volver a posicionarse y repartió consejos hacia sus oponentes en la Cámara foral. "Las fuerzas políticas representadas en las Juntas Generales también lo están en el Congreso", insistió

Por otro lado, consideró que la decisión del Gobierno de Rajoy de crear un almacén temporal de residuos nucleares en Cuenca afecta "positvamente" al territorio histórico y al entorno de Garoña, ya que "rebaja" el riesgo de la central nuclear porque "supondrá la salida de los residuos nucleares que actualmente se encuentran en la piscina" de la central burgalesa.

Ruleta rusa Por otro lado, el colectivo ecologista Eguzki denunció ayer que se esté "jugando a la ruleta rusa" con la seguridad y la salud de las personas que viven en el radio de acción de Garoña, situada en el territorio de Burgos y a 60 kilómetros de Vitoria. La citada asociación se refirió así a la posibilidad abierta por el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, de prolongar la vida de Garoña hasta 2019.