Tel Aviv/Nueva York. Estados Unidos está cada vez más preocupado por un posible ataque sorpresa de Israel contra Irán y el presidente Barack Obama, el secretario de Defensa Leon Panetta y otros altos cargos del gobierno han desaconsejado con insistencia a Israel de las consecuencias, informaba ayer el Wall Street Journal. El trasfondo de esta acción armada sería el programa nuclear iraní. A su vez Estados Unidos emprendió medidas para proteger sus instalaciones en Cercano Oriente en el caso de una escalada militar, agrega el diario estadounidense. En Israel, que se considera en peligro por las posibles bombas nucleares iraníes, hay un debate desde hace meses sobre los pros y los contra de una acción militar contra instalaciones nucleares en la república islámica.
De Irán se sospecha que está trabajando en el desarrollo de armas nucleares bajo la apariencia de un programa nuclear civil. En tanto, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, indicó que las sanciones contra Irán ya están mostrando su efecto. La cúpula de Thererán se "tambalea" a la vista de la presión internacional, dijo en declaraciones a The Weekend Australian, según informaron ayer medios israelíes. Una combinación de sanciones económicas y amenazas militares puede detener a Irán, dijo el jefe de gobierno israelí. Estas declaraciones podrían ser consideradas como indicio de que Netanyanu se encuentra en la línea de actuación de Estados Unidos.
Washington aboga por dejar tiempo para que surjan efecto las sanciones, indicó el Wall Street Journal. Sin embargo, Estados Unidos también ha repetido hasta la saciedad que no descarta ninguna opción, incluso una acción armada.
De la misma opinión es el ministro de Exteriores británico, William Hague, quien aseguró ayer que su país ya no descarta un ataque militar contra Irán, aunque no lo prioriza.