madrid. El Plan Nacional de Calidad del Aire, aprobado ayer por el Gobierno, plantea limitar la velocidad máxima de circulación en la periferia urbana y el acceso de los coches más "sucios", los que más contaminan, a las ciudades.
De esta manera, el Plan apuesta por delimitar Zonas Urbanas de Atmósfera Protegida en las ciudades con tráfico limitado, en función de un nuevo sistema de etiquetado para automóviles basado en su grado de emisión de contaminantes. Los vehículos con motores diésel son los que se verán más afectados por estas medidas.
Acompañado por la titular de Medio Ambiente, Rosa Aguilar, el portavoz del Gobierno, José Blanco, enfatizó que en las ciudades "debe hacerse algo más que esperar a que llegue la lluvia para limpiar la contaminación".
Durante la redacción del Plan Nacional de Mejora de la Calidad del Aire, que contiene noventa medidas, "no se han buscado medidas coercitivas" sino el compromiso de las administraciones públicas, añadió Aguilar.
Todas las competencias en esta materia corresponden a los ayuntamientos y a las comunidades autónomas, que durante el proceso de elaboración del plan han insistido en pedir financiación adicional para su puesta en marcha, cosa que no han logrado.
Tras señalar que las ciudades han mejorado, pero aún se producen "incumplimientos" de la directiva europea y la normativa nacional sobre calidad del aire, Aguilar anunció la implantación del Sistema de Información, Vigilancia y Prevención de la contaminación atmosférica, que obligará a las autoridades competentes a que den a conocer los datos recopilados por todos los sistemas locales.
Para ello, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ofrecerá a partir de comienzos de diciembre una predicción diaria, que informará en "tiempo real" a las ciudades con más de 100.000 habitantes de los niveles de contaminación y de cómo pueden afectar a su salud.
Al hilo de esto último, añadió la ministra, la Inspección de Trabajo y la Seguridad Social elaborarán informes para conocer "perfectamente" cómo afecta la contaminación a la salud de los trabajadores en el ejercicio de su profesión.
Prioritariamente, el Plan fija líneas de actuación para asegurar el cumplimiento de los valores límite de PM10 (partículas) y NO2 (dióxido de nitrógeno) y la reducción simultánea de precursores de ozono.
Contempla, asimismo, el desarrollo de un protocolo para la correcta reubicación de las estaciones de medición de partículas contaminantes, y la renovación del parque automovilístico favoreciendo la compra de coches eléctricos o híbridos. En 2013, a la vista de los resultados alcanzados, se precederá a revisar los objetivos del Plan y a actualizar las medidas, incorporando aquellas que se consideran necesarias.
Las Comunidades Autónomas, la Federación Española de Municipios y Provincias y la CEOE, entre otros, han colaborado en la elaboración del plan.