Tel Aviv/Londres/Viena. En Israel vuelve a inflamarse el debate público sobre un ataque militar contra instalaciones nucleares en Irán, mientras informaciones de prensa señalaron que Reino Unido podría estar preparándose también para una intervención.

Mein Dagan, ex jefe de los servicios secretos israelíes, el Mossad, fue uno de los más críticos con el proyecto, que tildó de "idiota". El ministro de Finanzas, Juval Steinitz, lo acusó de manejo irresponsable de los secretos de Estado, mientras otros miembros del gobierno consideraron que el debate está dañando mucho a Israel.

La población israelí está dividida al respecto: según una encuesta encargada por el diario Haaretz, el 41% estaría a favor, frente al 39% en contra. Un 20% se mostraron indecisos. La encuesta es la respuesta del diario a la escalada del conflicto entre Israel e Irán de los últimos días.

Israel probó el miércoles un nuevo misil capaz de portar cabezas nucleares. Tras el lanzamiento, medios israelíes señalaron que se trataba de un misil con gran alcance que podría llegar a Irán. Además, las Fuerzas Armadas israelíes informaron de un entrenamiento exitoso para operaciones contra un país lejano.

Tomahawk británicos Mientras, el diario británico The Guardian señaló que Reino Unido se estaría también preparando par un ataque militar contra Irán en apoyo de un posible ataque estadounidense. Según el diario, estrategas militares investigan dónde podrían estacionar barcos y submarinos de la Royal Navy desde donde disparar proyectiles Tomahawk contra objetivos en Irán. Si Estados Unidos decide llevar a cabo el ataque, pediría ayuda a Reino Unido y éste diría que sí, afirma el diario citando fuentes del Ministerio de Defensa en Londres.

El miércoles, la prensa señaló que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, buscaba apoyos para un ataque contra Irán. "La República Islámica puede defenderse bien a sí misma y sus intereses nacionales, por lo que las amenazas de la arrogancia mundial (EEUU) no son creíbles ni tienen valor para nosotros", agregó Jejazi, el subjefe de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán para la Logística y Investigación Industrial, en referencia a los supuestos planes bélicos.

Los apoyos que busca Netanyahu no vendrán desde la OTAN ya que el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, que urgió ayer a Irán a detener su programa de enriquecimiento de uranio, descartó cualquier posibilidad de que la Alianza participe en un ataque contra el país. "La OTAN no tiene ninguna intención de intervenir en Irán y no está involucrada como alianza en la cuestión iraní", subrayó Rasmussen preguntado en rueda de prensa sobre los supuestos planes de Estados Unidos y Reino Unido para lanzar un ataque.

Según medios de comunicación británicos, tanto Washington como Londres (países de la Alianza) estarían acelerando su planificación de cara a una posible acción militar ante la creciente preocupación por las actividades nucleares de Teherán. El secretario general de la OTAN indicó ayer que la organización apoya "los esfuerzos internacionales para buscar soluciones políticas y diplomáticas al problema de Irán" y urgió a los líderes iraníes "a cumplir con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y a detener el programa de enriquecimiento".

En medios israelíes se dijo ayer que el gobierno en Jerusalén no ha tomado todavía una decisión definitiva sobre el potencial ataque. Para ello, se considera decisivo un nuevo informe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) sobre el programa iraní que se presentará el próximo miércoles en Viena, pero que podría retrasarse también dentro de unos días.

Círculos diplomáticos en Viena señalaron sin embargo que el informe no contendrá una valoración completa nueva sobre la situación, sino sólo incluirá nuevos detalles.