vitoria. El septuagésimo quinto aniversario del primer Gobierno Vasco, el que nació en plena Guerra Civil y apenas pudo sobrevivir unos pocos meses sobre su propia tierra, sirvió ayer de escenario para que el actual heredero institucional del lehendakari Agirre, Patxi López, y su heredero político, Iñigo Urkullu, libraran una batalla más en la guerra dialéctica en la que se encuentra inmersa a día de hoy la política vasca, la de la tensión competencial entre diputaciones y Ejecutivo autónomo.

El Gabinete López ha puesto sobre la mesa el debate de la reforma fiscal, materia que regulan las diputaciones, y el de las duplicidades en la administración, dejando caer que donde más se derrocha es en los palacios forales; y el PNV, atrincherado en Bizkaia en espera de las próximas elecciones autonómicas, se ha revuelto con virulencia ante lo que considera un ataque frontal contra los derechos históricos que asisten a Álava, Gipuzkoa y Bizkaia.

En un acto solemne celebrado en la Casa de Juntas de Gernika, en presencia de los lehendakaris José Antonio Ardanza y Carlos Garaikoetxea -Ibarretxe se encuentra de viaje-, López reivindicó el autogobierno, según Efe, como "la casa común" de todos los vascos, y recordó que "todos" los gobiernos posteriores han sido herederos de aquel primer Ejecutivo que tuvo que desarrollar casi toda su labor en el exilio.

El homenaje al Gobierno del 36 contó con la asistencia de familiares de los primeros consejeros, cuyos nombres leyó el lehendakari López, y de autoridades como el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao; la presidenta las Juntas Generales vizcaínas, Ana Madariaga; o el alcalde de la villa foral, José María Gorroño. Durante el acto se proyectaron vídeos de los diferentes ejecutivos que sucedieron al de José Antonio Agirre, e incluso hubo entre los asistentes quien se emocionó al contemplar estas imágenes del pasado.

"pluralidad interna" López, que no es ajeno a que el nacionalismo cuestiona su legitimidad como lehendakari, remarcó que aquel primer Gobierno Vasco, nacido una semana después que el también primigenio Estatuto, "supuso el reconocimiento a la pluralidad interna de Euskadi" y fue el fruto de un "acuerdo entre las diferentes tradiciones políticas del país". Y tras reivindicarse ante los descendientes de Agirre, Landaburu, Leizaola, Monzón, Gracia, Aldasoro o Espinosa, aseguró que el autogobierno "no es trocear ni acumular competencias sin más, es crear una forma diferente de entender la convivencia", en un acto que culminó con la interpretación del Agur jaunak y en el que el homenaje a Agirre quedó diluido en el rendido a su Gobierno.

No en vano, tras Sabino Arana, José Antonio Agirre es la figura por excelencia del PNV, y ayer este partido se encargó de ensalzar su papel en aquellos días de otoño del 36, con una ofrenda floral frente a la estatua que recuerda al político getxotarra en la bilbaína calle Ercilla.

Allí, el presidente del partido, Iñigo Urkullu, alabó la figura de Agirre y pronunció un discurso en el que también hizo una defensa del soberanismo. "El PNV, lo mismo que Agirre, defiende la libertad para las aspiraciones individuales de cada persona y también para las aspiraciones colectivas, para el derecho que como pueblo tenemos también a querer y a desear, a poder construirnos como decidamos", afirmó.

"dignificación y respeto" En cuanto a las discrepancias que en materia de competencias separan en los últimos meses a PNV y PSE, Urkullu comenzó diciendo que "cualquier persona" que ocupe el cargo de lehendakari merece "dignificación y respeto", pero puntualizó que para ello es imprescindible que "quien es lehendakari en cada momento se haga respetar y respete su propio cargo". El presidente del Euzkadi Buru Batzar cree que Patxi López no lo hace, por cuanto "confunde un día sí y otro también cuáles son las funciones o las competencias que le corresponden".

Urkullu hacía así referencia a los últimos episodios de discordia con los socialistas vascos, los referidos a los cambios en la fiscalidad o a las duplicidades. En cuanto a una eventual reforma de los impuestos, que el lehendakari quiere coordinar desde el Parlamento, Urkullu afirmó que "estas cosas se hablan como se tienen que hablar y donde se han de hablar, y no retocando siempre la estructura jurídico-institucional de esta comunidad", como "pretende hacer una y otra vez" el lehendakari.

En ese sentido, un día después de que López dijera sentirse como un okupa en el Órgano de Coordinación Tributaria, al ser cuestionada por el PNV la capacidad competencial del Gobierno, Urkullu celebró que el máximo mandatario vasco "haga mención" al foro donde se discute de impuestos en Euskadi.

El presidente de la formación jeltzale rendía tributo a Agirre ante miembros del partido como el presidente del Bizkai Buru Batzar, Andoni Ortuzar; el expresidente del Parlamento Vasco, Juan María Atutxa; el diputado de la Cámara Baja Josu Erkoreka, o el diputado general vizcaíno, José Luis Bilbao, que tuvo tiempo para asistir a los dos actos, el de Gernika y el celebrado por su partido en Bilbao.