BILBAO. En una rueda de prensa celebrada en Bilbao en la que se han dado cita varias decenas de estos militantes, el miembro de la asamblea de Bilbao Carlos Torner ha dado lectura al manifiesto que, según ha dicho, ha sido apoyado por 23 asambleas locales, entre ellas las de las tres capitales vascas y las de municipios importantes de comarcas como la margen izquierda o la zona minera.

Asimismo, ha explicado que 24 coordinadores locales de EB han apoyado el texto, y que en los próximos días seguirán recogiendo adhesiones.

Los militantes han aducido hasta 17 razones para solicitar la dimisión de Mikel Arana, entre ellas "por negar" las decisiones de los afiliados de EB expresadas en el referéndum llevado a cabo en Araba para la elección de diputado general, y "por acusar públicamente a personas de la organización y condenarlas sin contrastar antes con ellas la veracidad de los hechos acaecidos en la negociación política llevada a cabo con el PNV".

También le acusan de expulsar públicamente de la organización a estas personas, "arrogándose el derecho al igual que lo haría cualquier dictador".

En el manifiesto acusan al coordinador general de EB de "no respetar" las decisiones de la comisión de garantías del partido, de convocar a los órganos de la formación "de forma irregular, no convocando a todos los integrantes de los mismos", de "saltarse reiteradamente" los estatutos de la formación, y de "no respetar" las decisiones judiciales.

Los firmantes subrayan que Arana recibió una organización con un consenso del 80% de su afiliación y la ha llevado "a la ruptura", y le recriminan "haber entregado el proyecto político de EB a los dirigentes del Partido Comunista de España, en Madrid, obligando a todos los afiliados a mandar sus datos y sus cuotas a la capital del Estado".

Además, critican que ha iniciado un proceso de reafiliación "estalinista" y "no querido" por la afiliación que, a su juicio, "deja sin derechos a todas las personas que no cumplan con su mandato".

El texto leído hoy llega a asegurar que Mikel Arana "no representa a las asambleas" de EB, sino a una "parte minoritaria" de la organización. En este sentido, los militantes de base afirman que "en año y medio no ha pasado por su despacho en la sede central" del partido, haciendo hincapié en que "él solo decide situarse fuera de la organización celebrando reuniones en un piso privado".

Igualmente, acusa al coordinador general de "no levantar" el partido "en seis meses, tal y como se comprometió cuando fue elegido", y de "no asumir responsabilidades en el descalabro electoral que EB sufrió" el 22- M; así como de haber "roto" la caja única de la formación, "quedándose con los ingresos propios" de Ezker Batua provenientes del Parlamento vasco.