Vitoria. El menor Asier Valencia Felipe, de 11 años de edad, natural y vecino del barrio de la Chantrea de Pamplona, falleció ayer a la una de la madrugada después de que el pasado domingo sufriera un golpe de calor en una excursión al monte en la localidad alavesa de Egino.

El pequeño falleció en la madrugada del miércoles al jueves tras haber permanecido cuatro días ingresado en la UCI del hospital Txagorritxu de la capital alavesa, donde fue trasladado después de sufrir el percance de salud en una salida al monte.

El niño fue inscrito por su familia, por intermediación de los Servicios Sociales, según los responsables del campamento de verano en el que participaba con otros 39 niños navarros de 5º y 6º de Primaria y 1º de ESO.

El campamento lo organiza el Ayuntamiento de Pamplona y la actividad la gestionaban los monitores de la Federación infantojuvenil SiñarZubi (Siñar significa ser en caló y zubi, puente en euskera). Esta asociación, arraigada en la Chantrea desde hace ocho años, que agrupa a un total de cuatro colectivos y que contaba para dicho campamento con 13 monitores, envió un comunicado a este periódico en el que mostraba sus condolencias a la familia del niño y "el profundo dolor" por lo sucedido.

El pequeño padecía asma, alergia y epilepsia, enfermedades para las que tomaba una medicación habitual, que convertían al niño en especialmente vulnerable al calor.

El comunicado de la asociación encargada del campamento dice que han conocido la medicación que tomaba el menor "tras su fallecimiento" y que "en ningún caso y por ningún medio se advirtió a los responsables del campamento de esta restricción.

En caso de haberlo sabido, no hubiera realizado la excursión", aseguraron los responsables de la Federación SiñarZubi, que añaden que "de hecho, otro niño con un problema físico se quedó en la casa de campamento a cargo de una monitora sin realizar la excursión". Detallan, además, que el resto de niños que participaron en la excursión "han estado perfectamente en todo momento" e indican que "todas las actividades están adaptadas a su edad y a las condiciones meteorológicas (de hecho, ese día se acortó el recorrido ante las altas temperaturas)".

La salida a las peñas de la localidad alavesa Egino la realizaron los niños y monitores a primera hora del domingo. Para llegar hasta la cima, superaron un desnivel de 400 metros y luego los chavales estuvieron jugando alrededor de un hayedo y aprovechando la sombra de los árboles.

El pequeño Asier Valencia realizó la ascensión sin percances con el resto del grupo, pero empezó a sentirse mal en el descenso, con síntomas de agotamiento, siempre según los responsables.

Inconsciente Al percibir su estado, un monitor lo cargó a sus espaldas y lo trasladó hasta el vehículo de la asociación. Antes de poder refrigerar su cuerpo en el río, el niño, siempre con camiseta y visera, quedó inconsciente y fue trasladado al centro de salud de la localidad alavesa de Agurain, donde acudió una ambulancia para trasladarlo al hospital vitoriano de Txagorritxu, donde quedó ingresado en la UCI.

Le diagnosticaron un golpe de calor. Asier Valencia Felipe nació hace once años en Pamplona y durante su corta existencia vivió junto a sus padres en la calle Valtierra de Orvina ubicada en el barrio de la Chantrea, donde pasaba la mayor parte del tiempo.

Hijo único De hecho, el colegio al que acudía, el CEIP García Galdeano, y donde acababa de finalizar sus estudios de 6º de Primaria, estaba a escasos metros de su portal, y no era raro verle jugando junto a sus amigos en la plaza contigua al centro escolar.

Era hijo único y sus familiares lo califican como un chico "muy movido, rebelde y activo, quizá más de lo que suelen serlo los chicos de su edad, pero nada fuera de lo normal".

A pesar de esta característica, hacía algún tiempo que no practicaba ninguna actividad deportiva ni en el colegio ni fuera de las aulas. Lo que sucede es que hace unos ocho meses le diagnosticaron que padecía asma y tuvo que dejar a un lado el ejercicio físico temporalmente.

Antes de que le detectasen esta anomalía al pequeño Asier Valencia, era aficionado a la capoeira, un deporte poco usua para un niño de su edad pero de la que "disfrutaba mucho y que le venía muy bien tanto física como psicológicamente", según su familia.