Centenares de personas secundaron una iniciativa del movimiento 15-M y protagonizaron ayer tarde una sentada frente al Congreso de los Diputados de Madrid. El acto de protesta, convocado a través de las redes sociales después de que los acampados de Sol decidieran ayer abandonar la madrileña plaza el próximo domingo, se inició poco antes de las seis de la tarde. Tras una pancarta principal con el lema Pienso, luego resisto. www.tomlaplaza.net y otra de cabecera en la que se podía leer Reforma laboral para los políticos, los acampados de Sol avanzaron por la plaza de Canalejas hasta la Carrera de San Jerónimo, impidiendo la circulación rodada en estas céntricas vías madrileñas, para protagonizar una sentada frente a la sede de la Cámara Baja.
El objetivo era mostrar su indignación por la reforma de la negociación colectiva, cuyo proyecto está previsto que apruebe mañana el Consejo de Ministros y contra la reforma laboral. Durante la marcha del millar de personas hasta al Congreso se pudieron oír gritos como Violencia es no llegar a fin de mes, Reforma laboral, parada patronal, No falta dinero, sobran ladrones o Eso, eso, eso nos vamos al Congreso. Asimismo, portaban pancartas contra la negociación colectiva y con lemas como Ley propatrón, explotador no, Recortes a ricos primero, Negociación imposición o Se alquila esclavo.
Los indignados que protagonizaron la sentada reivindicativa frente al Congreso al grito de Pasamos o acampamos fueron recibidos por un fuerte dispositivo policial a su llegada a la sede de la Cámara Baja. Hasta once furgones de la Policía Nacional aguardaban en una esquina del Congreso de los Diputados de manera preventiva por si fuera necesaria su intervención, mientras que un grupo de agentes de los antidisturbios custodiaban la escalinata de acceso a la Cámara Baja.
A pesar de los llamamientos de los congregados para que les dejaran acceder a la sede donde reside "la soberanía del pueblo español", los agentes comunicaron a los portavoces de la iniciativa la prohibición de acceso al Congreso. Los indignados respondieron sacando una tienda de campaña y al grito de Eso, eso, eso acampada en el Congreso. Asimismo, exhortaron a los policías a apoyar el acto de protesta con proclamas como Al lado bueno, pasaros ya, Policía, únete o Policía, no defiendas a los ladrones. Portavoces del movimiento pidieron por megáfono a los concentrados retomar la protesta de Sol y acudir a la asamblea general convocada en la céntrica plaza, algo que declinaron mayoritariamente los congregados frente al Congreso. Ningún diputado o responsable político acudió a hablar con los indignados a pesar de que estos les exhortaban a ello con sus proclamas. Rubalcaba, da la cara, señalaban los congregados, que gritaban Ahí está la cueva de Alí Babá mirando a la sede de la Cámara Baja.
Los concentrados hicieron también un llamamiento a celebrar una asamblea del 15-M en el Congreso, reclamaron la absolución de los arrestados vinculados a este movimiento y exigieron reiteradamente la retirada de la reforma laboral. Estas son las llaves de mi padre, gritaron con sus llaveros en las manos.
Sentados en carrera de San Jerónimo, los asistentes leyeron un comunicado, en el que explicaban en qué ha consistido la negociación entre patronal y sindicatos. Los puntos que despertaron más protestas fueron los de la fijación de los salarios respecto a la productividad (en el que los manifestantes han comenzado a gritar Nos importa un pepino). Sobre el contrato con indemnización de 20 días han coreado Ese contrato para los diputados, lo mismo que el régimen de prácticas. También, en repetidas ocasiones, Dónde están, no se ven, Comisiones y UGT.