Vitoria. La victoria del PP, con nueve concejales; la fuerte irrupción de Bildu, con seis ediles, y el batacazo del PSE, que pierde tres representantes, son las tres principales novedades que deja la jornada electoral de ayer en Vitoria. Javier Maroto es, con los datos en la mano, el candidato más votado, y si los partidos respetan la decisión de las urnas como ya han anunciado será proclamado alcalde de Vitoria en veinte días, en sustitución del socialista Patxi Lazcoz, el primer regidor que no repite en el cargo. El PNV se queda con los mismos concejales (6), pero se convierte en la segunda fuerza, y EB desaparece del mapa municipal al perder los dos escaños.

Maroto será, según todos los indicios, el cuarto regidor de Gasteiz, tras Cuerda, Alonso y Lazcoz, y el segundo del PP, partido que recupera el poder perdido en las municipales de 2007. Por delante tiene cuatro años de mandato en los que tendrá que dar respuesta rápida a asuntos pendientes como el futuro del BAI Center o la ampliación del tranvía. Y para ello deberá apoyarse en otra formación, dado que no dispone de mayoría suficiente para gobernar en solitario. Sobre el papel, los populares cuentan con diferentes opciones para sacar adelante los presupuestos, bien buscar el respaldo del PNV, bien el del PSE, como ya ocurrió en la era Alonso. En ambos casos obtendrían 15 de los 27 votos del Pleno.

La primera lectura que se puede extraer del mapa postelectoral es que Vitoria, con 240.000 habitantes, no es una ciudad de mayorías absolutas, lo que obliga a los alcaldes a pactar con los grupos de la oposición. Ya lo hizo el gabinete de Alonso con los socialistas y el de Lazcoz con el PNV durante esta última legislatura. Y del nuevo arco municipal se desprende que también tendrá que hacerlo el ejecutivo del PP a partir de junio si quiere despejar las incógnitas que a día de hoy rodean a proyectos de envergadura como el BAI Center, el futuro del hospital de Santiago e, incluso, el soterramiento del tren.

Donde parece que, en principio, seguirá reinando el consenso es en el Plan de Movilidad y las políticas ambientales, vitales durante esta legislatura que ahora arranca en la que Gasteiz se coronará como Green Capital 2012. Pero el reto más ambicioso de los próximos cuatro años será, sin duda, la definición del nuevo Plan General, que sentará las bases del futuro desarrollo de la ciudad, sin olvidar la necesidad de encontrar fórmulas para salir de la crisis.

La segunda lectura que se extrae de los comicios del 22-M es la del despegue del voto nacionalista que, gracias a la irrupción de la izquierda abertzale, pasa de los seis ediles que tenía el grupo jeltzale a doce si se suman los concejales de PNV y Bildu. Y el ligero descenso del denominado voto constitucionalista, fruto de la caída del PSE, ya que los populares mantienen sus actuales nueve ediles. Sin olvidar el 38,4% de la abstención, un punto más que en los anteriores comicios celebrados en Gasteiz.

Caras nuevas La renovada Corporación municipal estará integrada por quince hombres y doce mujeres, la mayoría son veteranos de la casa, pero también hay caras nuevas. Sobre todo en el PNV, con el regreso de Álvaro Iturritxa para formar tandem con el portavoz del grupo, Gorka Urtaran. Además, otros dos concejales jeltzales se suman a la fotografía, se trata de Blanca Guinea, procedente del Instituto de Bienestar Social y el ex director foral Borja Belandia.

Y en Bildu que, por vez primera, sentará en el Pleno a Kike Fernández de Pinedo, Itziar Amestoy, Ane Aristi, Iratxe López de Aberasturi y David Pina. Por su parte, el PP incorpora a sus filas al abogado bilbaino Miguel Garnica. Asimismo, cabe destacar que sale de la Corporación el veterano portavoz de EB, José Navas, ya que la formación se queda sin representación en el Ayuntamiento de Gasteiz