La capital alavesa retrocedió ayer más de ocho décadas en el tiempo para recordar el día en que por primera vez se interpretó la retreta de San Prudencio desde la balconada de la Diputación. Este particular viaje a finales de los años 30 fue posible gracias a un espectáculo teatral diseñado a medida y que fue representado ante las miles de personas congregadas en la plaza de La Provincia.

Fue, sin duda, la principal sorpresa de una noche en la que la ciudad se envolvió de festejo, primero entre los sonidos de trompeteros y atabaleros, y después entre las cazuelas y pucheros de las distintas sociedades gastronómicas de Vitoria. Aunque en las calles se dejaban ver las consecuencias de este largo acueducto vacacional, ya que había menos gente que otros años, los alaveses salieron ayer a disfrutar con intensidad de los actos programados dentro de la festividad en honor a su patrón, San Prudencio.

Como cada año, los primeros toques de retreta sonaron en la Plaza Nueva desde el balcón del Ayuntamiento. La academia municipal de Folklore e Indarra Dantza Taldea fueron los encargados de animar el recinto con sus bailes y canciones. Fue por poco tiempo, una hora escasa, ya que a partir de las nueve de la noche todas las miradas se centraron en el Palacio Foral.

La Diputación había avisado de que este año la retreta llegaría con sorpresa. Y así fue. El espíritu renovador que se inició en 2009 tuvo ayer continuidad gracias a la representación, entre toque y toque, de una obra de teatro creada con el objetivo de ahondar en el origen histórico de esta fiesta. Integrantes de la compañía Titania Teatro analizaron el porqué de la retreta. "Como muchas veces he explicado a mis queridos alumnos en clase, cuando nuestra ciudad fue fundada como villa, allá por el remoto siglo XII, se le dotó, como a toda villa, de sus buenas murallas con sus correspondientes puertas. Estas puertas, que permanecían abiertas durante todo el día, se cerraban por la noche, y dicho cierre se anunciaba puntualmente para que todos aquellos vitorianos que realizaban sus labores fuera de los muros supiese que ya era hora de regresar a casa", explicó Don Mateo, un maestro vitoriano del año 1929. Junto al profesor, otros personajes como Félix, Tomasa, Maite, Estíbaliz y el Mago recordaron aquella primera retreta que se interpretó desde lo alto del Palacio de la Provincia.

Miles de ciudadanos siguieron la narración in situ. Además, quienes no llegaron a tiempo para alcanzar una posición cercana al escenario pudieron hacer uso de las dos pantallas gigantes que se colocaron en los laterales de la plaza, otra novedad este año. No hubo excusa, por lo tanto, para perderse la representación teatral, así como las actuaciones que le acompañaron: las del grupo de gaiteros de Elciego and Friends y las de los dantzaris de Indarra. La Coral Manuel Iradier, por su parte, puso la guinda al espectáculo con su interpretación de La Paloma de Iradier.

El acto contó también con una nutrida representación política, como no podía ser de otra manera. Presidiendo una plaza completamente engalanada y más luminosa que nunca estaba el diputado general de Álava, Xabier Agirre, y todo su gabinete. El líder foral estuvo muy cerca del alcalde de la ciudad, Patxi Lazcoz, y de gran parte de la Corporación municipal, con ediles como Javier Maroto y Antxon Belakortu a la cabeza. En la balconada también se distinguían otras caras conocidas como la del lehendakari, Patxi López, que llegó acompañado por el líder socialista Txarly Prieto y por la consejera Blanca Urgell. También se pudo ver a Alfonso Alonso y a una gran representación de partidos e instituciones.

Ya bien entrada la noche llegó el turno de las sociedades gastronómicas que, tras la cena de rigor, deleitaron con uno de los actos más emotivos de estas fiestas: la Tamborrada. Fueron un total de cuatro las encargadas de animar las calles de la ciudad. Además de Gasteizko Danborrada, que este año ha rendido un cálido homenaje a José María Sedano, uno de los promotores de la primera tamborrada, las calles retumbaron con el sonido de los tambores de Ametza, Okerrak y el trío formado por las sociedades Hor-Konpon, Irrintzi y Gure Zadorra. Todos ellos, como ya había sucedido horas antes frente a la Diputación, volvieron a hacer un llamamiento a la fiesta que hoy continuará en las campas de Armentia durante todo el día.